Al ser parte de una región semi-árida, el agua es uno de los recursos más preciados para la provincia. Además de resultar vital para el consumo personal y para la producción, la presencia del agua en las zonas vegetadas disminuye el riesgo de incendios.
Por esa razón la escasez de nevadas y lluvias registradas durante los últimos meses tienen en alerta a los mendocinos. Se trata de un panorama que tenderá a continuar durante el próximo trimestre, tal como lo anticipa el Pronóstico Climático Trimestral para octubre, noviembre y diciembre 2019 elaborado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para todo el país.
El texto indica que para Cuyo hay un 80% de probabilidades de que las precipitaciones sean "normales" o "inferiores a lo normal". Además prevé que tanto nuestra región como todo el centro del país tendrán altas chances de registrar temperaturas "superiores a lo normal" durante la primavera y el inicio del verano.
Juan Rivera, investigador del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (CCT-Conicet) y creador de la cuenta de Twitter del "Programa Regional de Meteorología", llamó la atención sobre esta situación: "La combinación de sequía y altas temperaturas puede ser determinante para la ocurrencia de incendios".
Por otra parte aseguró que regiones semi-áridas como Mendoza, a veces la precipitación "normal" de un mes se acumula gracias a una o dos tormentas. "Con lo cual cabe destacar que, solapado a este escenario de precipitaciones deficitarias para los próximos tres meses, no podemos descartar la ocurrencia de precipitaciones intensas que sean localizadas (ocupando una región muy pequeña)", dijo.
En tanto, destacó que muchas veces la ocurrencia de estas tormentas ha favorecido la caída de rayos a tierra que generaron incendios. "Especialmente en casos de extrema sequedad, donde la lluvia que cae se evapora antes de llegar al suelo, con lo cual a veces es peor el remedio que la enfermedad", expuso el experto.
Teniendo en cuenta los recursos hídricos regionales aseguró que lo que se espera para los próximos meses no es bueno. "Principalmente si consideramos el pronóstico de precipitaciones en el llano", destacó Rivera. Recordó que la falta de nieve en alta montaña es una realidad de los últimos 10 años, pero que en los últimos cinco años había estado acompañada por lluvias por encima de lo normal en el llano. "Hay que remontarse al año 2012 para encontrar un análogo al actual año", advirtió el investigador.
Además, informó que en el Gran Mendoza, la primera mitad del año dejó precipitaciones normales o por encima de lo normal, pero no así en el resto del territorio. "Casi que fue una especie de oasis si lo comparamos con las lluvias del resto de la provincia: sequía severa en San Rafael y extrema en Malargüe", por ejemplo. Lo cual da cuenta de las características heterogéneas de las precipitaciones en la provincia". destacó. De esta forma adelantó que Mendoza cerrará un año con acumulados deficitarios según el pronóstico estacional.
Por debajo de la media
Desde el SMN, la meteoróloga Cindy Fernández informó que el promedio histórico de lluvias en Mendoza para octubre, noviembre, diciembre se ubica entre los 60 y 70 milímetros. "No es el trimestre en que más llueve, eso se da entre enero y marzo, pero tampoco es una estación seca como el invierno", detalló la experta. Así indicó que si bien lo esperable es que empiece a llover en esta época del año, según el pronóstico hay probabilidades de que las precipitaciones sean por debajo de lo normal.
De todas formas, aclaró que no se descarta alguna precipitación intensa que ocurra eventualmente. "Lo que se espera es que los eventos de precipitaciones sean menos que en años normales", comentó.
Las razones
En cuanto a las razones, detalló que el pronóstico analiza el comportamiento de las oscilaciones intraestacionales, que son fenómenos que comienzan en otras partes del planeta y que repercuten en las condiciones climáticas de Argentina en una escala que va de semanas a meses. "Estas oscilaciones intraestacionales modulan el clima de la región y hacen que en Cuyo y en la zona central desde hace unos meses se favorezcan una menor cantidad de precipitaciones", aseguró.
Por su parte, Rivera explicó que el pronóstico estacional no permite identificar un nexo entre el incremento regional de las temperaturas y un cambio global. "Con lo cual tenemos que pensar que las variaciones pronosticadas responden a cambios en los patrones de circulación atmosférica regional, que no necesariamente van a persistir en el tiempo", añadió.
El segundo setiembre más seco
En todo el país el setiembre que pasó fue el segundo más seco desde 1961, tal como informó Cindy Fernández, meteoróloga del SMN. Los déficits de lluvias se notaron principalmente en el norte patagónico, en la zona central, en el extremo norte, en la región pampeana y en Cuyo. De todas formas, si se mira particularmente Mendoza, el mes 9 no se ubicó entre los más secos, sino que estuvo en el ranking en el puesto 18. De hecho si bien llovió una sola vez, se acumularon entre 5 y 6 milímetros, teniendo en cuenta las estaciones meteorológicas del Aeropuerto y del Observatorio del Parque General San Martín. No sucedió lo mismo en San Rafael, donde el total acumulado para ese mes fue de 0 milímetros.
En cuanto a temperaturas, setiembre se mantuvo en el orden de lo normal a nivel país. Lo que más llamó la atención fue la variación de las temperaturas en los 30 días, ya que empezó muy cálido y terminó muy frío. En Mendoza ese mes terminó siendo levemente más cálido con menos de un grado superior a la media.
