Nada parece alcanzarle a esta Selección para torcer un rumbo que parece querer llevársela al abismo absoluto. Argentina apenas empató con Perú en La Bombonera y las chances para llegar al Mundial de Rusia 2018 se achican cada vez más. Caras largas y de preocupación se multiplicaron en el estadio de Boca y también a lo largo de todo el país que esperaba la tan ansiada reacción. Pero otra vez el equipo careció de definición para transformar el merecimiento en un resultado positivo. Aún queda una luz de esperanza y habrá que abrazarse a ella hasta el final. En la altura de Quito tendrá que buscar un triunfo para asegurar el repechaje y por qué no soñar con el boleto directo.
Resulta difícil encontrar un responsable para tan preocupante situación. Ni el más pesimista hincha albiceleste imaginaba un escenario similar a esta altura. Está claro que las cosas vienen haciéndose mal desde hace rato, pero más de una pensaba que adentro del rectángulo verde es otra cosa y que una vez que rueda la pelota todo queda atrás. Y qué decir si tenemos al mejor del mundo. Bueno, por ahora esto no alcanza.
La noche parecía pintarle a la perfección al equipo de Sampaoli. Color, calor y un aliento que no paraba. Adentro, Lionel Messi arrancó pareciéndose al que brilla partido a partido en su Barcelona. Di María bien abierto por la derecha y ‘Papu’ Gómez por la izquierda, hacían ancha la cancha para que el 10 encontrara espacios para encarar y hacer de las suyas. Pero no funcionó. El ‘Fideo’ no pudo romper por su sector y por el otro, Gómez se iba en amagues o terminaba siempre volviendo la pelota para atrás.
Encima, Perú sabía muy bien qué circuito debía cortar y lo hizo a la perfección. Dejaba salir con pelota dominada a Mascherano o Biglia, pero tapaba a Banega, quien debía ser el primer pase para Messi en ataque. Así, la Pulga debió muchas veces retrasarse para tomar contacto con el balón y después recorrer varios metros para intentar la individual o la habilitación para un compañero.
A pesar de todos los problemas, Argentina se las ingenió para tener chances de convertir. En algunas ocasiones no pudo por malas elecciones propias y en otras porque chocó con las manos y el cuerpo de Pedro Gallese, la gran figura de la noche. En el primer tiempo Messi tuvo las dos más claras. Primero a la salida de un córner con una jugada preparada y después con un remate desde afuera que se fue rozando uno de los verticales. En el medio, Farfán se perdió un gol increíble abajo del arco, que todos entendieron como una señal positiva.
Para el segundo tiempo Sampaoli, que probó varios esquemas y equipos en la semana y que hasta aquí no sabe lo que es ganar de manera oficial con la Selección, metió mano y mandó a la cancha a Rigoni por Di María. Y en menos de sesenta segundos el equipo tuvo dos clarísimas. Benedetto no pudo con Gallese y tras la tapada del arquero en el rebote el mismísimo Messi no pudo de derecha y encontró el palo. Un arranque que ilusionó a todos, pero como en las últimas actuaciones apenas duró un breve tiempo.
Con el empate transitorio, Perú se tiró atrás y prácticamente no dejó espacios. Jugó con el nerviosismo de Argentina, aunque no se animó a ir contra el arco de Romero. Las imprecisiones comenzaron a ganar la escena y el primero que pagó los platos rotos fue Banega, que después de una aceptable primera parte no hizo nada. A la cancha Gago, para tratar de darle fútbol a la salida. Pero, la noche fue más dura con el volante de Boca, que a los tres minutos de ingresar se lesionó (rotura ligamento cruzado rodilla derecha) y debió irse. Adentro Enzo Pérez. Sin embargo, todo siguió igual.
Messi intentó por todos lados. Por adentro, por los costados. Pero cada vez que tenía la pelota sus compañeros lejos de acercarse, disparaban. No eran opciones y a Leo no le quedaba otra que intentar la heroica, la que no siempre sale bien o alcanza. El tiempo se fue rápido y en el final un tiro libre ideal para el ‘10’ parecía ser la llave para abrir el partido. Pero el remate encontró la barrera y con ello se esfumó la última chance clara para anotar. Hasta el final solo fue desesperación y apuro. No alcanzó y el boleto a Rusia habrá que ir a buscarlo a Ecuador.