La seguridad vial y las escuelas

Incorporar horas de educación vial en la curricula escolar es importante. Que los niños y adolescentes fijen las normativas sobre el tránsito vehicular, puede contribuir a bajar las estadísticas actuales de muertes en incidentes de tránsito.

La seguridad vial y las escuelas

Los Andes sigue atentamente los preocupantes números que derivan de los incidentes fatales de tránsito en Mendoza, que hasta el último día de mayo daban la alarmante cifra de 131 caídos, con febrero al tope de las estadísticas con 34 fallecidos, 19 de los cuales fueron ocupantes de un ómnibus que volcó cerca de Horcones, interrumpiendo su viaje a Santiago de Chile.

Paradógicamente todo esto ocurre, a pocos semanas de haberse celebrado la Semana Mundial de la Seguridad Vial bajo el lema “Bajá la velocidad” (slow down), que tendrá repercusión en Mendoza con la realización dentro de unos días del Tercer Congreso Nacional de Seguridad Vial, organizado por la Sociedad Argentina de Evaluadores de Salud y el gobierno de Mendoza.

Cada vez que ocurren estos episodios se suceden amplias coberturas por los medios de difusión y difunden muchas y dolorosas imágenes, pero al cabo de las jornadas y de la legítima indignación del momento, la sociedad queda de nuevo en un estado de indefensión para enfrentar la principal causa de muerte y lesión no natural de sus integrantes.

Quisiéramos que no ocurrieran más estos accidentes, pero inevitablemente se repiten.

Nada que se haga para frenar el flagelo será suficiente para conseguir de una vez por todas que salir a pasear o a trabajar en un automóvil, en una moto o viajar en un medio de transporte público sea un acto más o menos seguro, al cumplirse con todas las reglas y normativas del manejo defensivo.

Por eso alegamos en esta columna a favor de la iniciativa que propone que ingrese en las escuelas públicas de la provincia la enseñanza de la educación vial, de manera programada y sistemática.

Los autores del proyecto, del Frente para la Victoria, sostienen que así como el Estado es el encargado de diseñar un sistema de tránsito y circulación eficiente y seguro, también "es responsabilidad de las autoridades  promover e impulsar una nueva cultura vial a partir del sistema educativo, que apunte a mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos".

No se puede negar que en la Dirección General de Escuelas y las escuelas propiamente dichas asumen esta problemática y que en las aulas hay tratamiento de la materia, y muchos cursos de escolares concurren a las dependencias de las policías viales a tomar clases didácticas y familiarizarse con las normativas y las señales visuales.

Si bien todas estas acciones están orientadas a trabajar sobre la materia vial desde las aulas, los legisladores proponentes quieren afirmar mucho más la obligación de la Educación Vial en la enseñanza formal del Sistema Educativo.

Por ello advierten la necesidad de que la Provincia de Mendoza cuente con una norma específica de Educación Vial, consolidando y garantizando así la formación vial como política pública educativa y no como acción complementaria que es en la actualidad.

Es bien sabido que los menores tienen asumido algunas de las reglas básicas de una adecuada circulación en las calles, y en ocasiones son ellos los que advierten a los progenitores sobre conductas contravencionales o inapropiadas cuando los acompañan en sus vehículos.

El propósito de la Educación Vial es contribuir a modificar  comportamientos instalados en la sociedad, comportamientos que conducen, en ocasiones, a desastres como los que engrosan las estadísticas de percances en el tránsito vehicular.

En otras consideraciones, los impulsores de la iniciativa sostienen que incorporando a la currícula escolar el formato de instrucción en material vial se contribuirá a una mejor formación integral de niños, niñas y adolescentes, en tanto poseedores de derechos y de obligaciones, y se estará dando un paso importante en este combate desigual para bajar el nivel de incidentes graves con automotores en las calles.

El plan propuesto es asignar tres horas cátedras para el dictado de talleres de educación vial en cada una de los establecimientos de gestión pública estatal. Con este dispositivo instalado en el sistema educativo, seguramente se logren resultados superadores de la actualidad realidad en plazos no muy lejanos, por el efecto disuasivo que tienen los infantes y adviertan que sus progenitores marchan a contramano de lo aprendido por ellos en las aulas.

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