Por Jorge Sosa - Especial para Los Andes
¡Qué temazo e este asunto de la seguridad o en todo caso de la inseguridad! Porque la seguridad rara vez es noticia, las inseguridades son las que ocupan las primeras planas. Diariamente nos vemos bombardeados por informaciones que hablan de crímenes, violaciones, asaltos, ofensas, venganzas. De no existir estos tópicos los diarios podrían ser leídos tranquilamente por los niños, pero lamentablemente existen y su pátina oscura cubre la mayor parte de los diarios.
Esto es tan viejo como la misma humanidad, no nos olvidemos que la serpiente atentó contra la inocencia de Adán haciéndole creer que la manzana venía con preservativo. Abel fue víctima de las primeras violencias, en este caso homicidio agravado por el vínculo. No nos olvidemos que en la misma Biblia están documentados casos de violencia extrema que ocurrieron allá cuando no había ni defensores del pueblo ni defensa del consumidor.
Desde entonces siempre existieron, violentos, asesinos, ladrones, tengamos en cuenta que Jesús fue crucificado al lado de Gestas quien, según San Mateo y también San Juan, era un ladrón, un hombre de mala vida.
A veces me pregunto si el mundo actual es realmente más violento que el de antes, me pregunto si es así o es que antes las comunicaciones se diluían con la distancia y entonces el mundo era lo que ocurría en cada aldea. Ahora, si alguien se manda un provechito en Ecuador, inmediatamente se escucha el ruido en Japón, y entonces parece que se multiplicara lo malo. A lo mejor no es que el mundo sea más malo hoy, a lo mejor ocurre simplemente que ahora se sabe.
Algún advertido me podrá decir: “Che, Sosa. No te olvidés que en el siglo que terminamos de vivir se produjeron las dos primeras guerras mundiales”. No, no me olvido ¡Cómo podría olvidarme de semejante horror! Pero fueron mundiales, quiero decir se extendieron, abarcaron grandes territorios porque había como abarcarlos, había vehículos y sistemas y armas que permitieron esa pavorosa extensión. Me pregunto ¿qué hubiera ocurrido con la humanidad si el Gengis Khan, o Atilas, o Alejandro Magno, o Napoleón hubieran tenido a mano bombas atómicas, bombas inteligentes, aviones supersónicos, armas químicas, submarinos nucleares, radares y tanques?
Tal vez simplemente no existiríamos, porque podían haberlos utilizados con tanto menosprecio por el género humano como lo hizo Bush, lo que ya es mucho decir.
Tampoco me olvido de los grandes genocidios que ocurrieron antes del holocausto judío, quiero decir el genocidio en Africa con el espantoso invento de la esclavitud, quiero decir el genocidio en América donde en doscientos años se exterminaron sesenta millones de nativos, por acordarme sólo de algunos espantos.
Decimos la inseguridad es un problema mundial. Siempre fue un problema mundial. Este mundo siempre ha sido altamente inseguro, la vida no es jodida, lo jodido es vivir.
Seguramente avanzaremos en los métodos de represión del delito, aumentaremos los sistemas y las fuerzas represoras, pero no nos olvidemos de que si el mundo siempre ha sido como es porque el mundo siempre ha sido injusto.
Mientras no repartamos mejor, mientras haya unos pocos que tienen montañas y millones que sólo tienen cuevas, la violencia, la inseguridad, la agresión, se va a quedar instalada, como Gestas, a la siniestra del señor, y Barrabás resultará liberado.