El campo ha celebrado su fiesta en la 130ª Exposición Rural de Palermo, organizada por la Sociedad Rural Argentina en el Sesquicentenario de su fundación y en el Bicentenario de la Declaración de la Independencia. La Rural, la exposición y la organización empresarial, seguramente despiertan opiniones encontradas en nuestro país, pero no se puede discutir que encarnan parte esencial de nuestra historia. Sin duda, en esta ocasión el hecho político relevante fue la presencia del presidente Mauricio Macri y de ministros, después de 15 años de ausencias, y el explícito apoyo a la actividad agropecuaria en la política del gobierno.
Además de exhibir lo mejor de la ganadería, la agricultura, la maquinaria agrícola, se vio un nuevo entusiasmo de los productores agropecuarios que difunde y contagia en amplias regiones del territorio nacional. El Presidente ha dicho que “el campo es el gran motor del país”; no es una frase demagógica para recibir aplausos, es una realidad irrefutable, que un inútil enfrentamiento y políticas agresivas del gobierno anterior contra el sector no lograron modificar. Cuando sin anteojeras ideológicas se analiza la evolución de las diversas actividades agropecuarias, se advierte que estamos frente a una economía a la cual la incorporación de conocimiento en semillas, labranza, genética animal y vegetal, maquinaria, la ha transformado en un ejemplo de ‘economía del conocimiento’.
Hay muchos aspectos sobre los cuales se debe llamar la atención. Uno de ellos -remarcado tanto por las autoridades del Gobierno como por los dirigentes del agro- es la superación de viejas, y siempre falsas, antinomias como agro vs industria o campo vs ciudad. Bastaba sólo observar los stands de maquinaria agrícola, buena parte producida casi íntegramente en el país y reconocida como de las más avanzadas del mundo, para ver la estrecha relación entre agro e industria. Si algo muestra la Rural, como otras del Interior, es el afecto e interés que despiertan en los habitantes de las ciudades. Una multitud de cientos de miles de personas, familias, recorren la exposición, presencian o participan de sus numerosas actividades.
Otro aspecto importante que debe señalarse es que el sector agropecuario hace tiempo dejó de ser la economía de la Pampa Húmeda. Agricultura, ganadería y cultivos regionales, en sus diversas manifestaciones, cubren hoy todo el territorio nacional y han contribuido a que zonas deprimidas o inhabitables se hayan convertido en sitios prósperos y modernos. Se cuentan hoy más de treinta cadenas agroalimentarias en todo el país; entre ellas la vitivinícola, la hortícola y la frutícola, con fuerte presencia en la economía de nuestra provincia. Hoy, uno de cada tres empleos que se crean proviene directa o indirectamente del agro. Sin duda que la expansión y modernización de las actividades agropecuarias contribuye positivamente a una mejor ocupación del territorio nacional.
Un aspecto que ha sido destacado por los especialistas, que intervinieron en los numerosos foros realizados en las últimas semanas, es que la demanda de alimentos seguirá creciendo en los próximos años. La producción agropecuaria se seguirá expandiendo; se estima que la producción de granos, hoy en torno a 100 millones de toneladas, llegaría a cerca de 150 hacia finales de la década. Mayor optimismo aún hay en la ganadería, donde la demanda de proteínas animales crece al ritmo de la mejora de ingresos en países de grandes poblaciones como la asiática que quieren reemplazar sus dietas ricas en féculas por las proteicas. Y nuestra ganadería de cría está atravesando una muy buena etapa.
Finalmente cabe llamar la atención sobre los cambios producidos en la organización de la producción agropecuaria en las últimas décadas.
Empresas contratistas de siembras, de recría y engorde a corral; nuevas relaciones y contratos entre las partes, mayor producción y productividad. Ejemplos a tener en cuenta.
