La Rioja hace alarde de sus condiciones climáticas: aridez, bajas precipitaciones y las corrientes de aire, que antojadizas, en paisajes bellísimos dan lugar a despegues y aterrizajes ideales en lo que se refiere a aladelta y parapente. Atentos a estos factores naturales, ni lerdos ni perezosos crearon la Ruta del vuelo.
Corría el 2009 cuando Hugo Ávila y Gonzalo González amalgamaron sus pasiones por el aladeltismo y el turismo aventura, de punta a punta del territorio riojano. Con el pasar de los años su entusiasmo fue contagioso y así desde sectores públicos como privados llegaron las ideas para armar esta senda que tiene como meta cumplir el sueño de volar.
La Provincia a través del Complejo Águila Blanca (Ciudad Capital), trabaja en posicionar a esta Ruta tanto a nivel nacional como extranjero, mientras su Escuela de Vuelo continúa en la formación de pilotos y la jerarquización de sus servicios al turismo. Es interesante que las actividades son aptas para todo tipo de público.
Vuelos de bautismo biplazas tanto en Aladelta, Parapente ó Trike -aladelta con motor- o el dictado de cursos, forman parte de las “cátedras” de esta institución que dispone de un equipo de asistentes especializados en la zona y en dichas disciplinas de vuelo con más de 5.000 horas en el aire, asegurándole al turista o alumno responsabilidad y seguridad.
En Cerro El Morro en Capital, por sus excelentes condiciones se vuela durante todo el año. A ello se suma la posibilidad de realizar un Circuito de Museos, Iglesias, paseos por el Dique de los Sauces, La Quebrada, Sanagasta y bodegas de la región.
Pampa de la Viuda, por su parte situada en el Departamento Sanagasta, es propuesto para vuelos muy técnicos por las cualidades térmicas y sus dos despegues que se encuentran a más de 2000 metros sobre el nivel del mar. La experiencia de acariciar las nubes, apreciando las montañas en su máximo esplendor, a tan sólo 9 Km de la cabecera departamental, un lujito de la zona.
Es el primer tramo del camino que une con el departamento Chilecito. Detrás de las Curvas y contra curvas aparece la famosa pampa de la viuda Agustina, ubicada a 2.250 metros de altura aproximadamente donde los pastizales y los animales del lugar parecen pintados en un perfecto cuadro de óleo.
Las Dunas de Villa Manzán, en el Departamento de Arauco, también integran la ruta por los aires. Aquí la idea es comenzar con el vicio de estos deportes, de hecho es el sitio en el que los alumnos de la escuela realizan el primer vuelo de altura. Los turistas pueden además inmiscuirse en la tradición del lugar donde la producción olivarera es la industria por excelencia.
Allí se encuentra el Olivo Cuatricentenario declarado Padre de la actividad agropecuaria en Argentina. La variedad emblema es la Arauco, que da nombre a la comuna y que posicionó a la provincia en el mercado internacional. Cabe señalar que allí también tiene lugar cada Semana Santa la procesión del Señor de la Peña, la enorme roca con perfil humano o divino, donde cada año llegan peregrinos de distintas latitudes del país a renovar su fe.
A 6 km de la zona de vuelo, surgen aguas con propiedades hidroterapéuticas en Termas de Santa Teresita. 7 piletas (4 cubiertas y el resto bajo palmares) reciben a quienes llegan con la necesidad de combinar descanso y relax con trekking por la historia de la Santa Patrona del lugar que dio nombre a esta comunidad a 30 Km de Aimogasta, cabecera departamental.
En el Departamento Famatina, Cuesta Vieja, es un lugar excepcional para volar en dinámica, permitiendo despegues suaves en un valle amplísimo el de Antinaco- Los Colorados realizando vuelos de distancia hacia el Norte de las Sierras del Paimán.
La propuesta para el visitante incluye caminata por el Circuito “Lavadores de oro”, donde quedaron restos de lo utilizado por quienes atravesaban la fiebre por el metal precioso hace tiempo ya. La degustación de vinos y productos regionales permite por supuesto, conocer parte de la cultura gastronómica de su gente, y para los más intrépidos ascender en 4x4 al Cerro Famatina y Mina la Mejicana, resultará inolvidable.
En La Mejicana, pueden realizarse vuelos increíbles de 40 minutos en planeo con despegue a los 4.200 metros, volando y aterrizando sobre Chilecito. Generalmente pilotos y aficionados –junto a sus familias- deben pernoctar en Famatina, habida cuenta que al día siguiente tanto los vuelos como los rescates se concretan en la vecina localidad.
En los llanos riojanos Aambil, en el Departamento General Ocampo, se convirtió en un sitio más que interesante que permite despegues a 200 metros de altura, lo que da lugar a que el piloto se lance cuantas veces quiera para alcanzar su objetivo, a pesar que las condiciones no sean las óptimas.
