Para La Buena Moza la improvisación no vale a la hora de pensar un espectáculo. Con 17 años de historia, varios escenarios recorridos, la murga al estilo uruguayo comenzó hace tres años a desarrollar lo que hoy es su séptimo espectáculo, con el que rompe sus propias barreras artísticas.
Tras un arduo proceso, que incluyó una campaña de financiamiento colectivo para sumar fondos y lograr el diseño y producción del vestuario, finalmente esta noche estrenan en el teatro Independencia Dementes.
De lo individual a lo colectivo
En estos tiempos, mucho se habla de la neurociencia y de cómo el sistema neurológico imprime un comportamiento en el ser humano. Y esa tendencia o moda, fue la punta del hilo para pensar y desarrollar el guión del espectáculo.
“Se llama Dementes porque en la actualidad están de moda las neurociencias. Y usamos esa moda a nuestro favor, en el sentido de contar cuestiones que suceden en la mente, pero se reflejan en la conciencia colectiva también. La murga empieza hablando de la conciencia individual por una alteración de la mente, porque hay un motín, una gran rebelión y eso se refleja en la conciencia colectiva. Tratamos temáticas sociales que suceden en nuestra cotidianeidad, temas que nos cruzan a todos, desde el abordaje de las conciencias individuales que es la mente”, comenta Daniel Bernal, director escénico y musical de la murga sobre la génesis del espectáculo.
Siempre con la ironía, el humor y la sátira, el canto de la murga irá desarrollando su mirada crítica sobre temas como la niñez, la tecnología, la política, las adicciones, la adultez y la masculinidad hegemónica en la sociedad.
Uno de los desafíos de este espectáculo de La Buena Moza ha sido el vestuario. Tiene, dicen sus creadores, una "mirada neuronal".
Un guion ácido y muy divertido
Desde una mirada integral, la intención de la Buena Moza es ofrecer una puesta colorida, visualmente impactante y un guion ácido y divertido, que exponga su crecimiento y pensamiento grupal.
Por eso a la complejidad de coordinar veinte artistas en escena, se suma el propósito de amalgamar una mirada artística sin verticalismo y que todos tengan su espacio y voto en la producción.
Explica Bernal: "Uno de los puntos más complejos de este espectáculo son los vestuarios. Es el más elaborado, tiene que ver con la mirada 'neuronal', pero hay un momento con cambios de vestuario. El mensaje tiene que llegar desde todos lados, desde el vestuario, la música".
Justamente, el aspecto sonoro también se destaca. "Musicalmente hay un redoble de apuesta. No sólo está la percusión, sino que hay otros instrumentos. En este caso tiene tres o cuatro canciones con el sonido propio de la murga, pero con guitarra, melódica, caños sonoros. También hay un despliegue en el guión, porque es la primera vez que La Buena Moza lo escribe en su totalidad. Sumada la mirada de todo el grupo hace que sea complejo. Hay mucha mirada de transparencia para que al público le llegue simple el mensaje".
Partir de la autogestión
Desde la autogestión, La Buena Moza forjó su propio camino y es una de las agrupaciones con mayor crecimiento en el género.
Antes de que termine 2017 estrenan esta nueva puesta, la cual presentarán en distintos escenarios durante todo el año que se avecina.
“El año que viene va a estar girando por todas las salas de Mendoza, incluso por los departamentos. En el carnaval vamos a estar en Mendoza y después queremos volver a Buenos Aires y Córdoba”, anticipa Bernal. Concluye: “En la Buena Moza hubo una transformación en todo sentido desde nuestros inicios. Hablo de la forma de organizarnos y la forma de vivir la vida. Estar en un grupo de veinte personas, donde se negocia lo que decís, tenés que aprender a dejar un espacio. Todo eso hizo que la murga sea multifacética en su forma de presentar las cosas, que crezcamos como personas y el grupo tenga un andamiaje fluido, que permite que entren nuevas personas. Hay gente que escribe, que arregla la música, que tiene la parte teatral más digerida, pero la producción general es de la Buena Moza.
A la complejidad de coordinar veinte artistas en escena, se suma el propósito de amalgamar una mirada artística sin verticalismo y que todos tengan su espacio y voto en la producción.
Con veinte artistas en escena
Dementes es el séptimo espectáculo de La Buena Moza.
Une a 20 artistas en escena y llevó más de un año de producción.
En junio pasado, lanzaron una campaña de financiamiento colectivo, por la plataforma Ideame, para diseñar y realizar el vestuario.
“Es el más importante en nuestros 17 años”.
La ficha
DEMENTES
Dirección general: Murga la Buena Moza.
Intérpretes: Joaquín Viera, Hernán Hidalgo Gallardo, Julián Cardozo, Franco Berdini, Sebastián Caballero, Diego Villalobos, Fernando Colucci, Walter Gómez, Rubén Inzaurralde, Salvador Romano, Simón Abecasis, Julián Borromei, Lautaro Ocaña, Eduardo Muñoz, Martín Berón, Raúl Berón, Marcelo Sosa, Iván Montenegro, Mauricio Boromei Y Gonzalo Andrade.
Día y hora: hoy, a las 22.
Lugar: Teatro Independencia (Chile y Espejo).
Entrada: $ 120 y $ 100 (jubilados y estudiantes).