La resurreción de La Lepra

La resurreción de La Lepra
La resurreción de La Lepra

Ya terminaba la campaña 2016-2017, y el sprint final le permitió a Independiente Rivadavia zafar hasta una fecha antes del descenso. Por entonces, muchos agoreros suponían que en este torneo que acaba de terminar (2017/18), la salvación sería poco menos que improbable.

Es que esta vez, la cantidad de descendidos sería mayor aún: 6; y el promedio del Azul volvería a ser su principal preocupación. Entonces, se contrató un técnico experimentado (de gran campaña en All Boys), como José “Pepe” Romero; pero la apuesta no fue la mejor.

El entrenador que asumió allá por agosto, con tiempo suficiente para realizar la pretemporada e iniciar el torneo con un buen tiempo de trabajo (la Lepra debutó con un auspicioso empate 1 a 1 en Mataderos ante Chicago), se fue desinflando en empates y la pésima cosecha de visitante, condición en la que sólo sumó 3 puntos producto de empates.

La materia pendiente de ganar afuera seguía sin aprobarse. Así, al culminar la fecha 9, con el empate en cero ante Brown en Adrogué, la dirigencia decidió dar un golpe de timón.

El ayudante de campo de Romero, Pablo De Muner, se hizo cargo finalizando noviembre, pero su proceso se cortaría apenas comenzado marzo; otro corto proceso de 7 partidos, también con un solo triunfo como el DT anterior, y demasiados empates para una famélica campaña. Seguramente hoy, con el diario del lunes, quedó en claro que a tiempo la dirigencia leprosa decidió volver a cambiar.

Llegó Gabriel Gómez, ex DT de Instituto, el 11 de marzo. Independiente debía sumar muchos puntos para escapar a ese temido descenso. Y de movida, se levantó aquel pagaré pendiente: ganar afuera. Victoria ante Quilmes, y a descansar por la fecha 11.

Desde allí, el proceso de Gómez incluyó 8 encuentros. La efectividad subió notoriamente y hasta se llegó a soñar con el Reducido. Ganar afuera fue moneda corriente (además de Quilmes, se trajo tres puntos de Campana y Lomas de Zamora), pero este corto proceso falló en el ámbito local. Aquí en el Gargantini se perdieron puntos con rivales directos que influyeron para el sufrimiento final (derrota en la Catedral con Sarmiento y Riestra, por ejemplo).

También influyó seguramente para no llegar a ese Reducido. Fueron 4 puntos los que separaron a la Lepra del sueño de pelear por el segundo ascenso, pero igual sirvió para escapar al abismo. Fue otro año de sufrimiento, y al final, otro cierre feliz. Por eso, hay que celebrarlo, Lepra.

El extraño caso de Riestra

Por los incidentes en la final ante Comunicaciones en la temporada pasada, a Riestra lo sancionaron con la quita de 20 puntos. En plena temporada de la B Nacional, la AFA resolvió reducir la pena a 10.

Pero no conformes, en Villa Soldati recurrieron al TAS (de la FIFA) para apelar la sanción. Si el TAS falla en el plazo previsto (entre 60 ó 90 días), no habrá solución deportiva posible y a Riestra solo le quedaría demandar un resarcimiento económico.

Pero si el TAS falla en los próximos días todo puede cambiar. Porque si ordenara la devolución de los 10 puntos, Riestra no solo evitará el descenso (en su lugar caería la Lepra) sino que además alcanzará los 35 puntos y desplazaría del noveno lugar de la tabla a Agropecuario, y hasta jugaría el Reducido.

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