La situación de inestabilidad financiera en Argentina llevó a la disposición de la postergación de los pagos de las Letes y Lecaps que tenían vencimiento cada 30 días a un plazo de 120 días.
La medida le dio oxígeno al Gobierno, pero trajo complicaciones a las cuentas de las provincias: tienen problemas para atender obligaciones -incluso, las salariales-.