Fue en el marco de un asado con diversos compañeros de su partido Frente Amplio que el ex presidente uruguayo José "Pepe" Mujica confesó el motivo real por el que deja su banca en el Senado y se retira de la vida política.
"Hay tiempo de llegar y tiempo de irse. El tiempo no perdona ni a las piedras. Te voy a confesar. ¿Sabés cuándo tomé mi decisión? Cuando se murió Manuela. Todavía la extraño. Miro al rinconcito donde dormía. Cosas que tiene la vida. Pensar que a un tipo que bancó y bancó, un bichito así le mató el niño viejo que tenía dentro. Cosas de la vida", fue el testimonio recogido por la cadena Telemundo.
Mujica, de 83 años, ya había anunciado el martes pasado que renunciaba a su banca en el Senado en una carta dirigida a la presidenta del Congreso, que no es otra que su esposa, Lucía Topolansky. Allí había esgrimido "motivos personales y cansancio del largo viaje" como razones para dar un paso al costado, aunque prometió seguir militando en política.
En lo inmediato, Mujica viajará por estos días a España donde recibirá un premio internacional y a fin de mes estará en Venecia para asistir al Festival Internacional de Cine, que estrenará dos películas que lo tienen como protagonista, una de ellas dirigida por Emir Kusturica.
Un amor inquebrantable
El inquebrantable vínculo que Mujica tenía con su perra Manuela era conocido por todos. En una entrevista con la BBC en 2015, el "Pepe" inclusive la había llamado la integrante "más fiel" de su gobierno. La perra, a la que le faltaba una pata debido a que Mujica la había atropellado sin querer con un tractor, falleció en junio pasado a los 22 años. El ex presidente la enterró en su finca de Rincón del Cerro, al noroeste de Montevideo.
Manuela se convirtió en una figura reconocible a nivel mundial dado que no había entrevista que se le hiciera a Mujica en su finca donde la perra no apareciera. El ex presidente también la llevaba a actos y presentaciones, y en las redes inclusive hay videos de YouTube y una cuenta no oficial en Twitter a su nombre.