Diego Maradona, campeón mundial con el seleccionado nacional, utilizó todo tipo de vehículos, especialmente en Europa, cuando jugó en el fútbol español e italiano.
Si hay algo que encandila al actual DT de Gimnasia y Esgrima La Plata son los autos. Y si hay algo que lo maravilla, es que lo aceleren al máximo. Manejó todo clase de vehículos. Desde su primer auto, aquel Fiat 128 Europa, hasta la famosa Ferrari que la pidió a Maranello de color negra.
¿Cuál es la relación de Maradona con el automovilismo? El astro argentino fue tentado por la Fórmula 1. Recibió una invitación del equipo Williams para manejar uno de sus autos en 1987, gusto que no se pudo dar porque tenía que jugar un partido con Nápoli por la Copa Italia. Su primera gran experiencia automovilística fue en el autódromo de Buenos Aires. Se sentó en la butaca derecha del Ford de Oscar Aventin y allí sintió el vértigo del Turismo Carretera.
“Nunca olvidaré aquellas vueltas en el TC. Me pegué un susto bárbaro. Parecía que nos pegábamos en una curva. Me di cuenta que era la forma de encararla. Y ahí me tranquilicé. Al sentarme como acompañante me dí cuenta de lo mal que uno maneja”, comentó Maradona al recordar esa experiencia. Ese domingo de septiembre de 1991, subió al podio y celebró la victoria de Aventin.
Quedó tan fascinado con el mundo tuerca, que proyectó seguir la temporada del Turismo Carretera en una casa rodante. Y hasta se fue con el Vasco Oyhanart, uno de los grandes animadores del aquel TC, a pescar tiburones en Oriente, cerca de Tres Arroyos. Claro, Maradona no es piloto. Pero tampoco maneja mal. Más allá de los deportivos, también había sorprendido cuando llegó al entrenamiento de Boca con un camión. Pero esa no fue la primera vez con un vehículo pesado. En el autódromo porteño aquella vez también se había dado el gusto de tripular un camión, pero de otra marca.
Se sacó fotos con grandes campeones. Michael Schumacher, Valentino Rossi… Los llevó a su terreno y los hizo jugar al fútbol, como por ejemplo el picado con Fernando Alonso. Hasta hubo un encuentro cumbre entre El Chueco y Pelusa, que se juntaron en el Olimpo nacional. Años después, el programa El Gen Argentino realizó la gran encuesta y Juan Manuel Fangio fue el deportista más votado. Había superado a Maradona e hizo podio junto con José de San Martín y René Favaloro.
Polémicas al margen, Fueras de las pistas, Diego gozó de la adrenalina del rally. Se hizo amigo de Gabriel Raies y sintió e vértigo en la tierra como en el cielo, ya que además de leerle la hoja de ruta al cordobés en el auto de rally, también tripularon el helicóptero. Y en 2008, el 10 fue navegante de un gran volante: el multicampeón mundial Sebastien Loeb, que lo llevó en su Citroën en Córdoba al vértigo de un World Rally Car. Maradona y el automovilismo.
El genio del fútbol mundial y la adrenalina de acelerar con los volantes, que en esta oportunidad, son más veloces que El 10.