La Reina, embajadora del mensaje cultural de Mendoza - Por Soledad Reina

La elección de la reina no es un concurso de belleza y la vendimia no es el espacio que lo fomenta.

La Reina, embajadora del mensaje cultural de Mendoza - Por Soledad Reina
La Reina, embajadora del mensaje cultural de Mendoza - Por Soledad Reina

La Fiesta de la Vendimia es la expresión cultural del pueblo de Mendoza. Alrededor del mismo se estructuran situaciones que lo sostienen artísticamente y lo posicionan social, económica, turística y culturalmente.

En todo este andamiaje existe una variable que debe ser tenida en cuenta: el recurso humano. Sin él, no habría fiesta. Mujeres y hombres que sostienen y fortalecen el sentido y carácter identitario de la comunidad que viene siendo forjado desde 1936.

La Vendimia está colmada de símbolos íntimamente relacionados con su historia. Es, sin duda, el tiempo en que se recoge la uva. Ese tiempo nos habla del trabajo, de mujeres y hombres que cuidan la tierra.

La vendimia, entonces, es el símbolo del trabajo. La vendimia también es, en la vida de una mujer, un punto de inflexión, un antes y un después. La mujer es la voz que transmite los valores, creencias y costumbres de una tierra que queremos que sea respetada.

En tiempos primigenios vendimiales, las trabajadoras y trabajadores celebraban el final de la cosecha cantando y bailando. Al finalizar la fiesta, como símbolo de portación para poder llevar la voz de la vendimia tan alto como se pueda, se elegía a una mujer como la reina de la fiesta. La corona era simbolizada con un racimo de uvas entrelazado en el cabello.

¿Qué define a la nueva reina? Sin duda, sus características de personalidad, las cualidades y rasgos que la configuran y la diferencian de las demás.

Entre las tantas acepciones de la palabra reina, existe una que la define como la “mujer que se destaca de un grupo.” La reina simboliza a las mujeres de nuestra tierra, es la embajadora del mensaje que nuclea la historia de Mendoza. Hoy la representación de la reina como embajadora va más allá de la vitivinicultura. Abarca lo educativo, social, ambiental, deportivo, turístico, cultural, artístico y hasta político…

La elección de la reina no es un concurso de belleza y la vendimia no es el espacio que lo fomenta. En 2004 la Comisión de Reinas Nacionales (Corenave) comienza con las capacitaciones grupales en diferentes temáticas relacionadas con la vitivinicultura, historia, comunicación, protocolo, y en la actualidad se han incorporado temáticas relacionadas a violencia, género y diversidad.

La vendimia es un espacio favorecedor del conocimiento y de la puesta en funcionamiento de todo aquello que consideramos que puede fortalecer y empoderar a una mujer. Le otorga a las mujeres un derecho humano fundamental, el de ser escuchadas y de participar en los procesos de toma de decisiones.

En la Vendimia sostenemos que sucede lo mismo que en otros espacios. Aquello que lo diferencia es la connotación nacional e internacional que tiene la misma.

El reglamento ha sido actualizado en 2012. Fomenta la igualdad y la equidad. A los 18 años se tiene capacidad para definir qué se quiere y se desea hacer. Nadie está obligada por reglamento a realizar algo que no desea.

Cada una atravesará la vendimia en función de su historia, de sus intereses, de sus deseos. Pensar que la reina es elegida por su belleza, o por acuerdos políticos, es bastardear no sólo a quienes fueron elegidas hasta la fecha, sino a todas las mujeres, intentando introducir la falsa creencia de que no se pueden obtener logros de manera legítima.

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