La presencia de Alberto Fernández prácticamente puso en marcha la campaña fuerte en Mendoza. Es la pulseada en la que se cruzarán, a su tiempo, las instancias alternadas que derivan del desdoblamiento dispuesto en la provincia.
Está claro que habrá estrategias bien diferenciadas entre los dos espacios mayoritarios.
El justicialismo jugará gran parte de sus fichas a lo que pueda aportar su fórmula presidencial; Cambia Mendoza, por su parte, se recostará en la imagen de la gestión de Cornejo para reforzar la oferta nacional en las PASO. Por eso el Gobernador aceptó ser el primer candidato a diputado nacional.
¿Vendrá Macri a Mendoza en estos meses en misión electoral? Seguramente, pero no es algo que por ahora desvele a los que ya manejan la campaña aquí. Seguramente se especulará con la bonanza que el dólar y la economía en general prometen para el resto del año, justamente en los meses definitorios para la continuidad o no del modelo macrista.
En el radicalismo hacen comparaciones. Encuestas cercanas a los estrategas cornejistas estarían confirmando que el Gobernador tiene un muy buen nivel de aceptación, cómodamente por arriba del 40 por ciento, superando por ahora con holgura a quien encabeza la lista por el justicialismo, Marisa Uceda.
No ocurre lo mismo con la intención de voto a los presidenciables. Allí la fórmula que integra Cristina Kirchner, sin llegar al 40 por ciento, le sacaría varios puntos de ventaja en la provincia a la que encabeza Macri. Algunos analistas dicen que la diferencia es mayor al promedio del que se está hablando a nivel país cuando se hacen proyecciones hacia las primarias del próximo mes.
La curiosidad, entonces, pasa por ver quién suma más entre los mendocinos a la hora de votar en las PASO de agosto. ¿Habrá muchos mendocinos decididos a expresar a través del corte de boleta que sus preferencias por lo nacional y lo provincial son distintas? Surgen interrogantes porque, en definitiva, cuando las elecciones no son sólo para cargos legislativos suele pesar mucho más la propuesta que compite por el cargo ejecutivo.
En el PJ local hay bastante entusiasmo y en muchos casos el convencimiento de que en las PASO nacionales superarán al eje Macri-Cornejo.
La visita de Alberto Fernández parece formar parte de la estrategia de campaña que estaría llevando a cabo el Frente de Todos a nivel nacional: Alberto por un lado y Cristina por el otro, aunque no descartan que algún día llegue a esta provincia, en especial con el argumento de la presentación de su libro.
La ex presidenta podría priorizar los lugares más populares y, entre ellos, aquellos en los cuales las perspectivas son más favorables para el kirchnerismo, como muchas zonas del conurbano bonaerense, mientras que el candidato presidencial que ella eligió llevaría su imagen más moderada y centrista a los territorios que siguen dudando de la oposición pero muestran algún tipo de desencanto con la gestión de Macri.
La presencia del candidato cristinista dejó entusiasmados a los justicialistas. Fue un importante empujón para la fórmula que lidera Anabel Fernández Sagasti. La actual senadora nacional es parte de la dirigencia joven a la que apuesta el cristinismo nacional para un futuro no muy lejano. Como la propia ex Presidenta, su continuidad legislativa nacional está garantizada independientemente de lo que suceda en las elecciones de setiembre aquí.
Pero, en el Frente de Todos mendocino se advierte más entusiasmo por un posible triunfo en el sector liderado por La Cámpora, que aspira seriamente a que la joven Anabel llegue al Gobierno. Insisten en el entorno de la fórmula que aquello de que el que ganaba la interna peronista en las PASO provinciales estaba en condiciones de llegar al gobierno luego de las genreales sigue vigente. En esa línea también hay quienes piensan que el contexto nacional podría influir en gran medida para que una mayoría de votantes deje de lado la pálida imagen de las gestiones de Celso Jaque y Francisco Pérez y le vuelva a dar crédito a la dirigencia justicialista. Es algo que no hace mucho tiempo nadie se atrevía a soñar en el PJ.
En cambio en el sector de los intendentes son más cautos con respecto a las elecciones locales. Hay “caciques” que pretenden salir airosos en sus territorios para así replantear estrategias pensando ya en 2023 si la pelea por la Gobernación vuelve a resultarle adversa al peronismo.
Pese a estas especulaciones, todo el peronismo local se encolumnó el viernes detrás de Alberto Fernández en su visita. Fue el respaldo que buscaba el candidato cristinista luego de haberse reunido en los días previos con la mayoría de los gobernadores justicialistas, que le reiteraron lealtad en el camino que conduce a las urnas. Y que el acto central se realizara en San Martín tuvo el claro sentido de dar apoyo al intendente Giménez, el que más arriesga en las elecciones municipales según los sondeos y los resultados que dejaron las primarias.
Pasando a los temas discutidos y discutibles de la gestión, en el Gobierno tomaron con alivio el avance que hubo en la negociación con el justicialismo con relación a los proyectos para obras que requieren la toma de deuda. Se impuso la sensatez por parte de la oposición, más allá de las críticas reiteradas al nivel de endeudamiento de la Provincia.
Es indiscutible que la apertura mostrada desde el PJ puso límites a la ansiedad del oficialisimo para avanzar con los cuatro proyectos. Como en su momento fue el propio Cornejo el que señaló que el Ejecutivo estaba abierto a analizar y debatir una por una las leyes propuestas, el oficialismo se tuvo que conformar con el avance inicial de la propuesta para mejorar la ruta 82, que es la que requiere que antes del 2 de agosto esté todo resuelto en virtud de los requerimientos del BID en cuanto a los tiempos para la firma de contratos.
Mientras tanto, en el oficialismo de la Cámara de Diputados, donde está centrada ahora la discusión, esperan que el justicialismo cumpla con su promesa de darle, también, vía libre al proyecto del sistema de gestión de residuos sólidos después del receso invernal.
“Si hay sensatez y escuchan a los mendocinos, deberían posteriormente avanzar con el resto de los proyectos” deslizó una influyente fuente radical.
Es sabido que en un año de elecciones, y más cuando hay tantas convocatorias, la actividad legislativa se resiente y queda limitada al tratamiento de lo esencial. En ese esquema espera el gobierno provincial avanzar con las cuatro propuestas en discusión.
Esto, mientras no deja de mirar con atención los movimientos que se den en la previa de las elecciones, porque tanto en las PASO nacionales de agosto como en las generales provinciales de fines de setiembre se pone en juego un liderazgo que por ahora pocos creen que corra riesgos.
