Como todos los negocios y comercios de Mendoza, los albergues transitorios locales no escapan al contexto económico actual y lejos están del auge que se podía apreciar años atrás. Según Eduardo Moyano, titular de la Asociación Mendocina de Albergues Transitorios (AMAT) el sector está en crisis, dado principalmente por la restricción en el consumo de toda la población.
Para Moyano, que además es propietario de Top Secret, indicó que la Cámara tiene 25 albergues transitorios afiliados pero, en 2012, eran 50 los establecimientos en toda la provincia, por lo que da una baja del 50%. Además, por lo menos el 25% de estos están a la venta: aproximadamente 6 de los 25 negocios que se ubican en el cinturón urbano de Mendoza.
“El negocio no está dando rentabilidad. Los aumentos de costos, desde empleados, mantenimientos, impuestos, entre otras cosas, hacen que hoy el precio de una habitación esté por arriba de las posibilidades de muchos, y sobre todo de la clase media, que es quien asistía con mayor frecuencia”, mencionó el empresario.
A esto sumó que la gente lo primero que recorta son todos los gastos superfluos o todo aquello que no sea de primera necesidad y, en este caso, “las actividades de placer se relegan o recortan. Antes, durante la semana, el flujo era mayor en los albergues transitorios; hoy, con suerte, se ven algunos autos. De hecho, hasta el fin de semana, que era el fuerte para el negocio, ya no es lo mismo”.
Frente a esto es que Moyano remarcó: “La gente ha dejado de ir y se restringe en todos sus consumos. Es un gusto que se dan de vez en cuando, o pasa a ser una actividad programada para parejas, con el objetivo de hacer algo diferente”. “Antes, una pareja iba a comer, al cine y luego llegaba acá. Ahora, con suerte, hace una de estas salidas y debe elegir”.
Es que según pudo contar a Los Andes, los valores son altos para la realidad económica actual. Una habitación puede arrancar en los 280 pesos y, dependiendo de las comodidades y estrellas de cada uno de los hoteles alojamiento, puede llegar a costar 800 pesos por sólo dos horas.
Desde el tradicional albergue transitorio Casablanca señalaron que la situación es crítica. De hecho mencionaron que la baja de los servicios ha sido más del 50 por ciento y los días de entre semana, de lunes a jueves, la caída llega al 70%. Por estos motivos es que contaron que desde hace un año que no actualizan tarifas y tratan de subsistir en el negocio, con muchos problemas.
No obstante, también es una realidad -según el gerente de un hotel de Guaymallén que prefirió no dar su nombre- que el negocio viene en decadencia desde hace un tiempo y sólo se mantienen los que están en el negocio hace años y los que atraen a través de promociones y bajos precios. Según indicó este empresario del sector, más allá que la demanda bajó, “también hay un cambio cultural y de costumbres que desalientan la concurrencia”.
Es así que trabajadores del rubro se animaron a indicar que la demanda ha bajado tanto que se trabaja a un 50 por ciento que hace un par de años.
Recurrir a estrategias
Los “telos” no están siendo ajenos a la crisis económica y a la baja actividad y caída del consumo, principalmente de la clase media. Por estos motivos, y la caída de la actividad, es que los telos recurren a promociones y ofertas, con el objetivo de recuperar alguna porción del mercado y así prefieren resignar rentabilidad, antes de tener que elegir cerrar. Mientras, otros, como por ejemplo Casablanca, señalaron que no pueden ofrecen descuentos, ya que de esta forma no podrían seguir trabajando por la fuerte caída.
No obstante, hay otros que buscan opciones para acaparar la atención y salir de la crisis. Éste es el caso de La Luna. Enrique de Oto, manager del hotel contó que, desde que lanzaron promociones, en 2012, el negocio logró repuntar y hasta crecer, no sólo en clientela, sino también facturación. Por medio de carteles que empapelan la ciudad, se puede observar que ofrecen bijouterie de regalo para la mujer o un “rapidito” por $ 99. Según Oto, con estas dos estrategias aumentaron un 50% las visitas.
“En nuestro caso vamos más allá de mostrar al cliente una infraestructura con diseño; apelamos a incrementar nuestros servicios. Es así que tenemos sex shop, venta de ropa íntima, habitaciones ambientadas para los períodos más cortos, línea hot, entre otros”, remarcó.
Otros, por medio de sus páginas o redes sociales, ofrecen descuentos de entre 15% y 50%, dependiendo el día. Están los establecimientos que también apelan a estrategias de marketing, basados en la gastronomía. Desde uno de los hoteles contaron que son cada vez más las parejas que comen algo dentro de las habitaciones y pasan un momento ameno. Es por esto, que hemos crecido en nuestros menúes.
Finalmente, Moyano remarcó que otra manera para sortear esta recesión es que los hoteles restringen a lo mínimo las mejores edilicias y mantenimiento.
Competencia ilegal
El director de AMAT señaló que más allá de los factores económicos en este sector hay mucha competencia desleal, como es el caso de los “telos” que abren en el centro sin patentes, o los departamentos que se alquilan por horas.
Moyano explicó que la gente que regentea departamentos en la clandestinidad no existe para los municipios, “por ende no paga ningún tipo de impuesto y tiene a todos empleados en negro”. No obstante, contó que “desde la nueva administración de gobierno se está tomando cartas al asunto y se han comenzado a clausurar, principalmente, hoteles alogamiento que funcionaban sin ningún tipo de control”.