La recesión, el consumo y el contexto inflacionario golpearon con fuerza a la mayoría de las firmas del país, y las empresas mendocinas, o que centran parte de sus actividades en la provincia no quedaron fuera de esta realidad. Mientras que algunas muestran números, negativos, otras admiten que las ganancias no alcanzaron las de años anteriores.
De las diez compañías más grandes que operan en Mendoza, cuatro cerraron 2018 en rojo y el resto reporta ganancias inferiores a la inflación considerada en el mismo periodo, con excepción de una bodega local.
El año pasado la depreciación de la moneda argentina, la suba de costos, y las tasas de interés que superaron el 60%, impactaron en todos los sectores económicos y se vieron reflejadas en la contracción del PBI (2,5%) y la caída de la industria. No obstante, las empresas consultadas aseguraron que las proyecciones para el presente año son buenas y las ganancias reportadas al primer trimestre lo demuestran.
Firmas que atraviesan la crisis
Los estados financieros de Cartellone demuestran que al 31 de diciembre de 2018 el ejercicio cerró con una ganancia de $373.382.525, lo que implica una "evolución, y una mejora" con respecto a los resultados anteriores.
Según explicó Carlos Ruiz, CEO de la firma, "el resultado final es negativo" (el mismo informe arroja "resultados no asignados negativos" por $ 711.489.221), pero las proyecciones para Cartellone son buenas. "Lo que se publica es el resultado del Holding y por lo tanto incluye a la constructora como unidad de negocio, a Cartellone Oil&Gas, Prear, Aceros y Concesiones Viales", agregó.
En cuanto a Cartellone Concesiones Viales, el 75% de las operaciones de la firma son por obras ya realizadas pero el resto responden al Corredor C que la constructora tiene a su cargo bajo la modalidad de Participación Público Privado y para la que están avanzando en negociaciones con OPIC (Overseas Private Investment Corporation) para obtener el financiamiento.
"Tenemos en la constructora las obras con financiamientos de organismos multilaterales de crédito, por lo que se espera que en un caso de frenate en la obra pública, estas puedan seguir adelante", comentó Ruiz. Además, la firma mendocina compite con otras cinco por las obras civiles de Añá Cuá y ha realizado la mejor oferta económica por debajo de la firma italiana Astaldi, por lo que podrían tener buenas proyecciones para ganar la licitación.
Por otro lado, Cartellone afronta un juicio por una demanda de vieja data (“Greco, Omar Francisco y otras c/José Cartellone Construcciones Civiles S.A s/Ordinario”) que los obligó a inmovilizar más de $ 600 millones. Con respecto a esto, Ruiz señaló que se trata de una causa de vieja data, que no ha afectado las operaciones de la firma, pero que les obliga a inmovilizar un capital que en otras condiciones se ocuparía como garantía para líneas de “bonding”.
La situación de IMPSA, también es particular la empresa atravesó un proceso de reestructuración tras problemas económicos que terminaron en la desvinculación de la familia Pescarmona de la dirección de la compañía, sin embargo, desde la última reestructuración y luego del cimbronazo que generó la causa de los cuadernos (en la que se investiga la participación de algunos empresarios en el pago de coimas sistemáticas a cambio de la participación en la obra pública), la empresa está comenzando a mostrar resultados positivos.
“Al ejercicio finalizado el 31 de diciembre de 2018, el resultado arrojó una ganancia total de $ 2.724.808.000, consistente en un resultado del ejercicio de $ 1.829.242.000, una reclasificación de ganancia por reserva por venta de subsidiarias bajo control común (por pérdida de dicho control) de $ 914.822.000, una reclasificación de pérdida de resultados acumulados a reserva por revaluación de propiedades de $ 189.237.000 y una reclasificación de diferencias de cambio negativas por disposición de una subsidiaria nacional de $ 250.883.000, alcanzándose un quebranto acumulado de $ 584.745.000”.
Desde la empresa reconocieron que no se encuentran ajenos al contexto general del país y sin embargo, se encuentran ejecutando obras que son las responsables de los resultados positivos del último año y de los de este primer trimestre, que alcanzan los $ 210.504.000.
“Impsa participó y ganó algunas licitaciones de obra que no se implementaron, además el retraso en obras públicas, por un tema coyuntural, hacen que los resultados todavía no se vean, pero la tendencia es positiva, en diciembre salió un contrato de un horno para YPF que significó la vuelta de Impsa al Oil and Gas en Mendoza”, explicaron.
Entre las obras que sufrieron retrasos pero que igualmente forman parte de la apuesta de la metalúrgica para el futuro están, Portezuelo del Viento, El Tambolar y Yacyretá Añá Cuá.
La sociedad comercial de capitales argentinos Invesriones y Representaciones Sociedad Anónima (IRSA), que conforma el grupo inmobiliario más grande de la Argentina, responsable de los principales centros comerciales y otros proyectos inmobiliarios del país, también reportó números negativos.
IRSA es la propietaria del Mendoza Plaza Shopping y le adjudicó los resultados negativos de los últimos nueve meses del ejercicio 2019 (pérdidas por $9.065millones un 186,6% inferior a la ganancia registrada durante el mismo periodo de 2018) al "cambio en el valor razonable de las propiedades de inversión".
No obstante, informaron que “en mayo de 2019, con posterioridad al cierre del período” emitieron Obligaciones Negociables en el mercado local por U$S 96,3 millones con vencimiento a 2020 a una tasa de interés fija del 10%, para “refinanciar pasivos de corto plazo”.
Finalmente, la firma Construcciones Electromecánicas del Oeste S.A (Ceosa) registró ingresos al 30 de septiembre de 2018 por $ 4.132.047, superiores a los de todo 2017 (2.683.494), no obstante, solo en los tres primeros meses de 2019 presentó ante la CNV una pérdida de 241 millones de pesos.
La bodega local en la Bolsa
La única Bodega que informa su situación crediticia y estados contables ante la Comisión Nacional de Valores es Bodegas Esmeralda S.A, del empresario Nicolás Catena, y cerró un periodo de nueve meses al 31 de diciembre de 2018 con ganancias por $ 381.670.231.
En un informe anterior, Bodegas Esmeraldas presentó ganancias por $ 427.980.486 por un ejercicio finalizado al 31 de marzo de 2018 (que comenzara en 2017).
Problemas en la industria alimenticia
La crisis también alcanzó a las empresas de la industria alimenticia, especialmente a la firma Molinos (responsable de las marcas Lucchetti, Matarazzo y de las bodegas Nieto Senetiner, Ruca Malen y Viña Cobos, entre otros activos), con establecimientos en diferentes puntos del país -Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Córdoba, Tucumán y en Mendoza-. Molinos mostró resultados de ejercicio negativos en los últimos años, en 2017 reportaron pérdidas de $187.430.000 y al finalizar las operaciones de 2018 las mismas alcanzaron los $ 1.702.774.000. No obstante al primer trimestre de 2019 los números resultan auspiciosos, con ganancias que alcanzan los $ 653.817.000.
La alimenticia Dulcor (Dulcor, Vanoli, Veneziana, Yuspe, Angiord, Alimentos Cormillot, entre otras), también reportó pérdidas en su último ejercicio económico. Se trata de una empresa cordobesa que produce 80 mil toneladas anuales de alimentos, con más de 750 productos y provee a más de 3500 clientes en todo el país y el mundo, y que a fines de 2018 se quedó con las plantas Alco-Canale en Mendoza.
Recientemente la empresa compró además la fábrica de dulces y mermeladas Orieta (también cordobesa) y se encuentra en pleno proceso de internacionalización. No obstante ello, le informó a sus accionistas que el último ejercicio económico, con cierre al 31 de diciembre de 2018, cerró con un saldo negativo de $81.721.603 que debió ser absorbida con la “reserva especial para futuros dividendos”.
Las empresas que ganaron en la crisis
A nivel nacional el sector financiero y el de servicios públicos como el gas escaparon a esta lógica, los bancos obtuvieron ingresos millonarios, producto de ingresos públicos y la implementación del sistema de ajuste por CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia, con el que se ajustan los créditos UVA) y CVS (Coeficiente de Variación Salarial); y en Mendoza la Distribuidora de Gas Cuyana (Ecogas) cerró 2018 con ganancias por $1.198.193.000, cuando al finalizar el ejercicio 2017 le reportó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) una síntesis de estados contables con ganancias por $588.486.000.
Igualmente, en el primer trimestre del año, Ecogas informó ganancias por $ 99.271.000, mientras que al mismo periodo de 2018 el número alcanzaba los $ 186.249.000, lo que implica una contracción del 47% entre un período y el otro.
En el caso de Edemsa cerró 2018 con ganancias declaradas en $ 200 millones. Otra firma con resultados positivos en 2018 fue Holcim (con puntos de venta Disensa, fábrica de cemento y una plataforma de coprocesamiento de residuos en Mendoza), que terminó el año con ganancias declaradas en $ 1.540.015.262, contra los $ 1.063.783.951 que muestra el balance del año anterior. Si bien el dato resulta positivo, las ganancias de 2018 resultaron ser un 45% superiores a las del año anterior, mientras que la inflación superó los 50 puntos.
Igualmente, si se comparan los resultados reportados por la firma ante la CNV, durante el primer trimestre de 2019 contra el mismo periodo del 2018, la situación es mucho más auspiciosa, mientras que en los primeros tres meses del presente año cerraron ganancias de $896.326.070, el año anterior obtuvieron ingresos de $238.749.577, lo que significa un aumento del 275% en las ganancias entre un periodo y otro.
Claves
Aporte de Mendoza: Según un reciente informe de Muñoz y Asociados, Mendoza tiene 3,8% del shate del PBI, pero fue superada por Neuquén.
Inflación: Según datos de la DEIE en los últimos 12 meses la inflación acumulada en Mendoza fue del 57.5%. Este dato es perior a la medición del Indec.
Vaca muerta: La formación en Mendoza, de una extensión de 8.700 kilómetros cuadrados, tiene mayor riqueza en hidrocarburos líquidos.