La frase De Ushuaia a La Quiaca sirve para abarcar la totalidad del territorio nacional de Sur a Norte en un país que es el más extenso de los de habla hispana y el octavo del mundo con casi 2 800 000 kilómetros cuadrados. El cantante León Gieco también utilizó la frase para dar nombre a uno de sus álbumes.
Habiendo conocido Ushuaia, un día me propuse ir también hasta el otro extremo del mapa. Desde Mendoza no hay micro directo. Hay que recorrer los 1293 km hasta San Salvador de Jujuy y desde allí hacer trasbordo para completar los 280 kilómetros hasta La Quiaca. Parten coches a cada hora desde la capital jujeña.
Esta pequeña cuidad de La Puna se fundó en febrero de 1907 y tiene 14 000 habitantes. Se ubica a una altura media de 3400 metros. Hasta que el cuerpo se aclimata, la respiración cuesta un poco si se camina muy rápido. El casco urbano se desarrolla alrededor de la Plaza Independencia con una peatonal y la oficina de turismo. En sus alrededores hay varias opciones de alojamiento entre hoteles y hostels. Todo se puede hacer a pie. La estación de ómnibus está a solo 5 cuadras.
Las casas son bajas y la mayoría hechas de adobe revocado. Una de la atracciones es la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro justo frente a esta plaza sobre la Avenida de Los Estudiantes. Es de típica construcción estilo colonial que es habitual ver en las poblaciones del Noroeste solo que en vez de adobe pintado de blanco su exterior está cubierto de piedras. Sobre uno de los laterales se erige una estatua en honor al Papa Juan Pablo II. No se cobra entrada pero se recomienda dejar un diezmo.
En calle Pellegrini, a tres cuadras de Plaza Independencia, se encuentra el bullicioso y concurrido Mercado Municipal con productos frescos de la zona, frutas, verduras, carnes, huevos y artesanías. Puede ser una buena parada para desayunar o almorzar unas empanadas u otros platos típicos ya que hay varios puestos de comida.
Las grandes festividades de la zona son el Carnaval en febrero y la Fiesta de la Ollas en octubre donde concurre gente de pueblos aledaños a vender y exponer sus manufacturas, instrumentos musicales como la Ocarina y productos comestibles.
En Ushuaia me había hecho la foto con el cartel que dice: USHUAIA. La Quiaca 5171 Km. Busqué el homónimo y lo encontré en camino a la limítrofe ciudad boliviana de Villazón. Hice click frente al cartel que rezaba: Bienvenidos a LA QUIACA. Ushuaia 5121 Km. Noté enseguida la diferencia de 50 kilómetros. Parece que, según Vialidad Nacional, es más corto el viaje de norte a sur que partiendo desde el fin del mundo a la puna jujeña.
El río internacional Villazón-La Quiaca traza el límite natural entre Argentina y Bolivia. Para llegar hasta aquí se recomienda ir en taxi. El cruce fronterizo se hace a pie por el puente internacional Horacio Guzmán. Hay un puesto policial pero no piden DNI ni hay control de ningún tipo. Vas y venís sin presentar ningún documento. Del lado boliviano se ven los porteadores, tanto hombres como mujeres, que cargan a sus espaldas cajas con mercaderías como aceite, leche en polvo, galletas, etc. Se les paga una suma para hacer el transporte a tracción sanguínea hasta el otro lado de la frontera.
Villazón tiene 37 000 habitantes. Se puede visitar su mercado, el Museo Municipal y la Plazoleta Simón Bolívar dedicada al Héroe de la Independencia. En una tarde o una mañana se pueden conocer sus atracciones. A 17 km de La Quiaca está la histórica ciudad de Yaví de la época colonial. Se fundó en 1690 destacando su iglesia con altares, tallas y pinturas de gran valor artístico. A 60 kilómetros encontramos la Laguna de los Pozuelos que fue declarada Monumento Natural en 1981 para conservar y proteger el ecosistema y la avifauna cuyos ejemplares más atractivos son los flamencos.
También se puede contratar una expedición al famoso salar de Uyuni en Bolivia. Es la salina más extensa del mundo ubicada a 3600 metros de altura. En tiempos prehistóricos era un lago que se secó dejando como resultado un campo de sal de 11 000 km cuadrados. Está a 300 kilómetros y la mejor forma de internarse en este desierto blanco es en 4x4. El viaje demora unas 5 horas y media por lo que se recomienda dedicarle un día completo a la visita. Hay un tren que parte desde la estación de Villazón pero demora casi 10 horas el trayecto.