Lo sucedido días pasados, relacionado con la protesta de un grupo de ambientalistas durante la Fiesta de la Ganadería de las Zonas Áridas, fue un hecho lamentable que opacó el trabajo realizado por gente del departamento que, en base a esfuerzo y continuidad, ha logrado colocar a la actividad ganadera en un lugar preponderante a nivel nacional.
De acuerdo con informaciones extraoficiales, el grupo de protesta estuvo integrado por poco más de un millar de personas, lo que significa menos del 5% de la población del departamento, a lo que debe agregarse el hecho de que entre los manifestantes hubo muchos que no residen en General Alvear.
La ausencia de políticos también merece considerarse porque eludieron un problema en lugar de enfrentarlo.
No analizamos aquí la discusión sobre el fracking porque es un tema en el que deben opinar -por su complejidad- especialistas y porque es mucho lo que está en juego, como la calidad de vida de las futuras generaciones.
Lo que deriva también en la necesidad de que las posiciones, tanto a favor como en contra, cuenten con la suficiente cantidad de elementos que permitan discernir.
Los planteos de "buena voluntad", opinando sin mayores fundamentos, pueden ser valederos en intención, pero no a la hora de las decisiones.
Tanto General Alvear como gran parte de la zona Sur de la provincia es mucho lo que le deben a la actividad ganadera. En un país que ha mostrado su peor desempeño en años en la ganadería, porque mientras Brasil, Uruguay, Paraguay y Australia crecieron en cantidad de cabezas bovinas entre 2007 y 2014, la Argentina cuenta con un 11% menos.
Brasil se ha instalado como el mayor exportador, mientras en la Argentina las exportaciones se derrumbaron un 62%. Según Confederaciones Rurales Argentinas, gran parte de la culpa recae en las políticas implementadas por los gobiernos, que comenzaron con controles de precios, trabas y cuotas para embarcar, como sucedió en el último período kirchnerista.
Frente a ello, medidas adoptadas por la actual gestión gubernamental han permitido generar una tendencia positiva, aunque los resultados recién podrán observarse en el mediano y largo plazo.
Gran parte del retroceso de la actividad ganadera tuvo como principal motivo el denominado avance del "desierto verde", como lo calificaron algunas entidades del centro del país, o sea, la implantación de soja y otros granos generó el desplazamiento de la actividad ganadera hacia otras zonas.
En ese esquema también es que se inició un crecimiento más que importante en la denominada explotación ganadera en zonas áridas, en la que Mendoza no dejó pasar la oportunidad.
Eso le ha permitido ganar terreno dentro de la actividad económica de la provincia lo que es mirado como una opción más que conveniente a la hora de escapar a la baja rentabilidad que mantiene sumida a otras economías regionales, tal cual lo señaló un reciente publicación de este matutino, en la que se asegura que, en comparación con la agricultura, la ganadería se maneja dentro de un mercado con mayor estabilidad y previsibilidad.
Precisamente, ese crecimiento determinó que en su momento los productores del Sur provincial decidieran impulsar la denominada Fiesta de la Ganadería de las Zonas Áridas, que ha ganado alcance nacional y que ha colocado a Mendoza en un lugar preponderante en el sector.
De allí también que sea lamentable que el reclamo de unos pocos haya empañado el trabajo de años de productores ganaderos y le haya restado importancia al tradicional almuerzo que se desarrolla anualmente.
Pero también cabría un llamado de atención hacia gobernantes y políticos, muy propensos a mostrarse cuando el viento viene a favor, pero esquivos a presentarse cuando observan la posibilidad de reclamos.
