La primavera explota en tu boca

Aprovechá y utilizá los exquisitos productos de nuestra tierra mendocina, para preparar estas tres recetas que no podés dejar de probar.

La primavera explota en tu boca

En Mendoza nos caracterizamos por producir una gran variedad de verduras, hortalizas y legumbres. Pero es especialmente en primavera cuando explotan algunas delicias imperdibles como los alcauciles, espárragos y habas.

ESPÁRRAGOS A LA ANDALUZA

Ingredientes: 2 paquetes de espárragos. 1 cucharada sopera de harina. 1 rebanada de pan. 2 dientes de ajo. 1 chorro de vino blanco (opcional). Una pizca de azafrán. 1 pizca de pimienta blanca. 1 pizaca de comino. 1 chorro de aceite de oliva. 1 pizca de sal.

Instrucciones:

- Hervir los espárragos. Mientras tanto, se fríen los ajos y el pan en una sartén con un chorro de aceite hasta dorarlos. Luego, se escurren y se pasan a un mortero para machacarlos jun­to con el azafrán, unos cominos, una cucharada del aceite empleado para freírlos y algo de agua hirviendo para desleírlo todo.

- Por otro lado, se dora la harina en la sartén y se añaden poco a poco agua, un poco de vino blanco (opcional) y el preparado anterior del mortero para formar una salsa. Se sazona con sal y pimienta y se deja hervir unos minutos.

- Ya cocidos los espárragos y una vez escurridos, se colocan sobre una fuente y se cubren con la salsa caliente.

Tip: También podés hacer los espárragos a la plancha en vez de hervidos.

ALCAUCILES RELLENOS EN SALSA DE NARANJA

Ingredientes para 10 personas: 20 alcauciles. 2 naranjas. 120 grs. de jamón crudo (2 fetas). 4 dientes de ajo. Perejil. Pan rallado. Aceite de oliva. Sal.

Preparación:

- En una ollita colocar 1,5 l. de agua; 1,5 cucharadas soperas de sal; 1,5 cucharadas soperas de harina; el jugo de medio limón y 1 trozo (no muy grande) de panceta de cerdo (un cilindro como un dedo índice de volumen).

- Pelar los alcauciles. Cuando lleguemos al “corazón”, cortar la cúspide, “tornear” la base, dividir el fruto (siguiendo el eje vertical) en dos y echarlo a la ollita donde se encuentra la preparación anteriormente descripta.

- Subir la temperatura y cocer los alcauciles (unos 15/20 minutos: ojo, no pasarse en la cocción, dejarlos “al dente”).

- Picar el jamón, el ajo y el perejil muy finito. Terminada la cocción de los alcauciles y secados éstos, colocarlos en una fuente de horno con su abertura (la de los alcauciles) mirando al cielo.

- Con paciencia ir rellenando la abertura en el siguiente orden: el pan rallado, el perejil picado, el ajo picado y el jamón picado.

- Acabada esta tarea, poner unas gotas (bastantes) de aceite encima de cada alcaucil.

- Las naranjas, debidamente exprimidas, habrán rendido su perfumado jugo, que conservaremos en un vaso. De él iremos vertiendo su contenido sobre los alcauciles de modo que a ninguno le sobre, ni le falte.

- Toda la preparación la introduciremos en el horno que habremos previamente calentado a 180ºC hasta que veamos los alcauciles cocidos.

GUISITO DE HABAS

Para 1 persona: 200 grs. de habas tiernas. 1 cebolla grande. 100 grs. de jamón crudo o panceta. 1 cucharada de harina. Grasa de cerdo. Sal. Pimienta. Vino blanco.

Instrucciones:

- Derretir una cucharada de grasa de cerdo en una sartén grande.

- Añadir el jamón o la panceta cortado en daditos pequeños, remover y apenas comience a tomar color añadir la cebolla picada fina.

- Bajar el fuego y dejar que se poche la cebolla un buen rato, hasta que quede transparente, momento en el cual añadiremos las habas bien limpias y dejaremos que comiencen a tomar color en la sartén.

- Agregar entonces una cucharadita pequeña de harina, remover y mojar abundantemente con un vino blanco seco.

- Dejar cocer todo a fuego lento, removiendo de vez en cuando hasta que las habas queden tiernas, de un bonito color marrón y amorosa­mente trabadas en una salsa espesita.

- Rectificar de sal y servir muy caliente.

CALIDAD Y VARIEDAD DE LA TIERRA A TU HOGAR

A principios de esta estación, no es extraño que todavía haga frío. Entonces, aún podemos apro­vechar para comer las últimas brócolis y coliflores hervidas. También podemos contar con alcauciles, acelgas, espinacas y los puerros, que, cuando lle­gue el buen tiempo, desaparecerán. Para hacer ensaladas, todavía es época de endibias, pero en primavera llegan la lechuga y los rábanos. Aunque no tenemos el hábito de comer hinojo, también podemos ponerlo en las ensaladas; ya que facilita  la digestión y elimina los gases. Lo encontraremos hasta mediados de la estación.

A finales de invierno, aparecen las primeras habas y las chauchas que son legumbres frescas, muy ri­cas en fibra. Los espárragos destacan en primavera y se pueden disfrutar frescos y sabrosos. Aunque encontremos cebollas y zanahorias durante todo el año, es ahora su mejor momento de recolección. Las zanahorias de primavera y verano pueden co­merse crudas porque son muy finas.

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