Los números y los hechos son claros y explícitos. Sólo recorrer la Peatonal o pasear por las rutas de montaña permite conocer con claridad que Mendoza ha dado un paso importante en lo que a atracción de turistas se refiere. La nieve se ha convertido en la gran convocante para los visitantes, los que pueden complementar su estadía con el recorrido por los también reconocidos Caminos del Vino.
La ciudad aporta lo suyo, con la tranquilidad y la hospitalidad propia de unos mendocinos que se han habituado al nuevo ritmo que impone el momento, dejando de lado aquella actitud cerrada, propia de montañeses, que nos caracterizaba.
De acuerdo con un informe conocido a nivel nacional, setenta por ciento de los argentinos que pudieron aprovechar para pasear durante las vacaciones de invierno ,manifestaron sus preferencias por la nieve, el noroeste, la Patagonia, las Cataratas o las sierras. Se indica que en los paquetes turísticos las Cataratas del Iguazú se posicionaron por segundo año consecutivo como el destino de mayor demanda, seguido por El Calafate -base para conocer el glaciar Perito Moreno-, San Carlos de Bariloche, Salta y Mendoza.
Otro relevamiento determinó que el destino predominante fueron las montañas y las sierras, con el 44 por ciento; un 24 por ciento no decidió dónde irá y un 18 por ciento eligió la costa atlántica. El mismo informe señala que 76 por ciento de los turistas pasará las vacaciones dentro del país, 16 por ciento no tiene aún decidido el destino y sólo 8 por ciento en el exterior.
Según Mercado Libre, los destinos favoritos son Córdoba, con un 15 por ciento; Mendoza, con un 14 por ciento, otros lugares del país con un 8 por ciento, mientras Río Negro, Mar del Plata y la ciudad de Buenos Aires comparten un 6 por ciento. Para otro sitio, Despegar, los destinos nacionales más buscados son Buenos Aires, Bariloche, Puerto Iguazú, Mendoza y Mar del Plata.
Varios son los factores que se han concatenado para alcanzar la situación actual en el plano del turismo. En primer lugar, sin dudas, una eficiente labor del organismo del ramo, desarrolló una interesante campaña a nivel nacional e internacional, destacando las bondades de la provincia.
También es preponderante el posicionamiento que Mendoza ha logrado en el denominado enoturismo o turismo enológico, a través del trabajo de las bodegas destinado tanto a la elaboración del vino como a la captación de visitantes, realizando en este último aspecto importantes inversiones tanto en el plano de la gastronomía como de la hotelería. Ha contribuido también la ampliación de plazas hoteleras destinadas a turistas de distintos niveles sociales.
Este año, sin dudas las fuertes nevadas registradas en la cordillera es lo que permitió, entre otras cosas, que pudiera abrir sus puertas el tradicional centro de esquí de Los Penitentes. A todo ello se suman otros atractivos, como la ciudad con su arbolado y sus plazas, el Parque San Martín y el Cerro de la Gloria. El sur provincial, por su parte, tiene un muy bien ganado prestigio, tanto en San Rafael, con sus ríos, sus diques y sus bodegas, como en Malargüe, en este último caso a través del centro de esquí de Las Leñas.
Quedan aún algunas cuentas pendientes. Es sabido que disfrutar de la nieve genera un costo importante tanto en el alquiler de elementos específicos como en medios de elevación pero también debemos reconocer que Mendoza es un provincia “cara” en lo que hace a la gastronomía, si realizamos una comparación con lo que sucede en otros lugares turísticos del interior del país, con las excepciones específicas del caso, por cierto.
Debemos tener en cuenta que muchas veces los precios inciden en las decisiones finales. Es un detalle importante que deberá considerarse para continuar posicionando a Mendoza en los primeros lugares como destino turístico, tal cual está sucediendo.