El miércoles se hace la audiencia pública en la que adherentes e impugnantes de la candidatura de José Virgilio Valerio a la Suprema Corte tienen derecho a hablar. De un lado están quienes entienden que es un juez de sentencias duras que piensa en las víctimas; del otro, quienes entienden que es homófobo y machista.
Las más de 2.600 presentaciones a favor y en contra demuestran la existencia de la polémica desatada por la postulación de Valerio (ver aparte). Los Andes ha consultado a tres de quienes quieren a Valerio y tres de quienes lo defenestran, adelantando el debate del miércoles.
El escenario planteado por el gobernador Alfredo Cornejo es la necesidad de cambio de la mirada penal y para ese cambió asegura confiar en Valerio. Se fundamenta en que hay una supuesta hegemonía “garantista” y “saca presos” que se impone. En el Gobierno culpan de esa hegemonía a Omar Palermo, el supremo con mayor prestigio y ascendencia en la sala penal y laboral del Máximo Tribunal.
En contra
Una de las primeras voces en salir apenas se conoció que el candidato de Cornejo a la Corte era, Valerio fue Silvia Ontivero, madre de una víctima de homicidio, Alejo Hunau. Como miembro de la segunda cámara del Crimen, Valerio tuvo en sus manos ese expediente judicial.
“Como mamá, pude vivir en carne propia lo que demostró Valerio en la causa por el asesinato de Alejo: devolvió la Instrucción trabajada con toda prolijidad durante dos años por que faltaban dos elementos: la declaración de la esposa del victimario, sin valor al ser familiar directo (del acusado Diego Arduino) y el ADN que estaba en trámite desde el primer momento. Pero sí teníamos las huellas digitales en el departamento”.
El caso Hunau es uno de los estandartes de la resistencia. Alejo fue asesinado en su departamento; Alejo era gay y, según su mamá, por algunos elementos encontrados en el departamento, Valerio determinó “que Alejo tenía una condición sexual desviada, desnudó dramáticamente su condición de homofóbico. En síntesis, analizó a la víctima en lugar de analizar al victimario; le dio la libertad, quedó prófugo y demoró dos años el juicio oral”.
-Valerio ha dicho que su intervención en el proceso permitió alcanzar más pruebas para llegar a la condena de Arduino. Dijo que pidió que el juez de instrucción investigara más, porque Arduino nunca negó haber estado en el departamento, pero que eso no lo convertía en el asesino- respondió Los Andes.
-Con su explicación tomada de los pelos, hace un cuestionamiento elíptico al juez de Instrucción, Dr. (Carlos) Benegas y obvia todos los otros elementos de la causa: victimario denunciado por golpeador de su esposa, las huellas digitales, las declaraciones de los vecinos, el llamado anónimo que dice dónde fue con lo robado esa persona que no conocía a Alejo, no podía saber qué tenía en su escritorio.
Uno de los nombres célebres que impugnó es el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, “porque sus antecedentes indican que ha actuado como una persona alejada de los principios de un modelo democrático de justicia, así como de los estándares básicos en materia de acceso a la Justicia. Las causas cuestionadas muestran falta de compromiso con las problemáticas de género y una perspectiva contraria al respeto a la diversidad y a la justicia como garante de la protección de los derechos de las víctimas de hechos de violencia y de reparación de los daños sufridos. También ha demostrado una desidia grosera con respecto a casos de violencia institucional a manos de la fuerza policial”.
Luego Pérez Esquivel asegura que “es imprescindible que las máximas autoridades de un poder del Estado sean personas idóneas con un currículum intachable, y que haya equidad entre hombres y mujeres, en especial porque los acuerdos para aprobar designaciones en cargos judiciales, están frecuentemente distanciadas de la sociedad, que es la principal interesada”.
Desde la Fundación Ecuménica de Cuyo, Valeria Chiavetta dice que “hemos conocido fallos de Valerio, como los de Soledad Olivera y Alejo Hunau, en los que se ha comprobado la misoginia y el nulo respeto por la diversidad sexual”.
Chiavetta agrega que más allá de que “la Justicia esté en deuda, un nuevo juez es relevante porque cada decisión a que la Justicia sea más justa”, por eso considera importante que la Corte tenga jueces “respetuosos de las garantías constitucionales de los desprotegidos. Se ha desatado una falsa dicotomía entre los derechos de las víctimas y de los victimarios. La tarea de la Justicia es garantizar los derechos de todos”.
A favor
Cuando se introduce el derecho de las víctimas, aparecen los argumentos a favor de Valerio. Diana Cohen Agrest es un nombre relevante acerca de víctimas a nivel nacional; es doctora en Filosofía, directora de la Asociación Usina de Justicia y también ha avalado la nominación de Valerio. En 2011 su hijo fue asesinado, entonces empezó a participar del debate del derecho de las víctimas.
“La integridad y el sentido común que puede aportar el doctor Valerio a la Suprema Corte puede ayudar a superar el descrédito de todos los estamentos de la Justicia que atraviesa la Argentina y del cual Mendoza no es una excepción”.
Cohen Agrest dice que Valerio “hace años que viene acompañando a las víctimas conocidas y no tan conocidas de Mendoza. Las víctimas necesitamos de alguien que piense en quienes fuimos víctimas y en quienes pueden llegar a serlo”.
Luego recuerda que el candidatofue nombrado miembro honorario de la Asociación Civil Usina de Justicia, “desde donde luchamos por los derechos de las víctimas y en contra de la impunidad”.
Entonces Cohen Agrest lanza una frase contra el garantismo: “El mal llamado ‘garantismo’ se trata de un abolicionismo que hace del victimario, una víctima. Impulsado por este ideario nefasto, se impuso un experimento social donde los ciudadanos fuimos los conejillos de Indias y cuyo resultado está a la vista: violencia y muerte por doquier seguidas de un abandono de quienes tienen que mendigar Justicia”.
Otra de las voces es la de Osvaldo “Oso” Quiroga; él también sufrió el asesinato de un hijo Matías en la playa de estacionamiento del Carrefour de Godoy Cruz.
El también habla del derecho de las víctimas: “En Mendoza hay 64 organizaciones que se vienen manifestando en favor de los derechos humanos de los delincuentes, pero sólo dos a favor de las víctimas, una es la mía (Asociación Víctimas de Delitos) y el Ministerio de Seguridad. Es avasallante la desproporción de la defensa de los derechos humanos de los victimarios, respecto de los de las víctimas”.
Quiroga es uno de los que adhirió a la nominación. “Estamos en un conflicto armado contra la delincuencia; los mercaderes de los derechos humanos están dentro de la Justicia de la mano de Palermo. Ésa es una de las patas en las que se asienta la inseguridad, porque buscan los beneficios para los delincuentes. Valerio está en las antípodas, de lado de la gente honesta y trabajadora; no sólo es necesario, es imprescindible que esté en la Suprema Corte”.
El candidato tuvo el aval de la Asociación de Magistrados. Su titular Armando Martínez dice que Valerio “tiene una trayectoria de casi treinta años objetivamente impecable”.
Luego agrega comentarios que hace a título personal: “Lo conozco desde 1983, cuando él militaba por la vida y por la paz.Es un magistrado comprometido con los principios del asociativismo y la independencia del Poder Judicial. Me llama la atención el momento en el que aparecen las críticas. Valerio ha dictado más de mil sentencias y se lo cuestiona por tres o cuatro. Tan malo no debe ser".
Presentaciones fotocopiadas y la chance de una audiencia "eterna"
La candidatura ha generado la más amplia movilización de personas de uno y otro bando, un hecho jamás visto en la historia de las nominaciones para la Suprema Corte. Fueron 2.682 presentaciones: 2070 a favor y 612 en contra.
El trámite de nombramiento de un ministro de la Suprema Corte requiere del “acuerdo del Senado”, que la Cámara alta otorga por voto en sesión secreta; en el caso de Valerio esa sesión será el martes 8 de noviembre. Pero antes hay otros requisitos.
Primero la etapa de recepción de impugnaciones y adhesiones, que cerró el jueves a las 24, con colas de ciudadanos que pretendían dejar su papel. El miércoles, la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC) recibe al candidato y a quienes quieran dar testimonio de su apoyo o rechazo. Todos los que presentaron su opinión por escrito en Mesa de Entradas del Senado tienen derecho a hablar en la audiencia pública.
El salón Rojas del Senado, donde se hacen las audiencias públicas, apenas tiene espacio para albergar a unas 50 ó 60 personas; el miércoles el salón Rojas seguramente quedará chico. ¿Se estará evaluando un espacio alternativo con mayor capacidad? Por ahora no.
La audiencia ha sido convocada a las 11.30 y quienes quieran hablar deberán inscribirse a partir de las 10 de la mañana del mismo miércoles. Si fueran a inscribirse los 2.682 ciudadanos que presentaron adhesión o impugnación la extensión de la audiencia sería incalculable, interminable.
Todavía resuenan los ecos de las presentaciones calcadas, distribuidas como formulario en la que apenas se estampaba nombre completo y firma y se presentaban en Mesa de Entradas y ahora empieza a surgir la inquietud acerca de la multitud de presentaciones copiadas y cuyos firmantes tienen derecho a hablar, para replicar hasta el infinito los mismos argumentos, como si la reiteración sumara algo.