La popularidad del presidente francés, Emmanuel Macron, progresó coincidiendo con sus intervenciones tras el incendio en la catedral de Notre Dame y, aunque sigue siendo muy baja, ha recuperado el nivel de septiembre, dos meses antes de que estallara la crisis de los "chalecos amarillos".
Este es el diagnóstico del instituto demoscópico BVA en una encuesta publicada esta semana, en la que un 32 % de los franceses dijeron tener una buena opinión de Macron, tres puntos más que el mes pasado. La popularidad del jefe del Estado en esta encuesta creció en las categorías socioprofesionales que están en lo alto de la escala.
Sin embargo, permaneció casi estancado en las más bajas, señaló BVA en un comunicado. Las opiniones favorables aumentaron únicamente un punto entre los empleados y obreros, y continúan siendo muy bajas en estos grupos, del 22 %.
A la altura
Un 62 % de las personas que vieron su declaración el martes sobre Notre Dame, en la que se marcó un objetivo de su reconstrucción en cinco años, estimaron que Macron estuvo a la altura.
Esa percepción es muy mayoritaria entre las personas que se declaran simpatizantes de su formación, La República en Marcha (LREM, 93 %), del Partido Socialista (PS, 75 %), y de Los Republicanos (LR, 70 %).
Un 83 % de las personas preguntadas señalaron sentirse afectadas por el siniestro en la catedral de París, y ese porcentaje es netamente superior a la media entre los mayores de 65 años (93 votantes de LREM (91 %) Macron, que tenía previsto anunciar la noche del incendio de Notre Dame una batería de medidas para cerrar el debate nacional que había lanzado en enero para intentar apagar la crisis de los "chalecos amarillos", aplazó esos anuncios a una fecha por ahora sin determinar.
Ese aplazamiento fue bien visto por los mayores de 65 años (75 %) y por las personas que ganan más de 3.500 euros al mes (66 %). Por el contrario, esa decisión tuvo un apoyo minoritario para los menores de 35 años (47 %).