Como ya habíamos anticipado, la política y las incógnitas electorales afectarán a los mercados hasta que termine el proceso electoral. Esta semana arrancó con la presentación de la fórmula integrada por Alberto Fernández y Cristina Fernández que sorprendió por su composición, pero fue bien recibida por los mercados. El lunes Lavagna anunciaba que sería candidato. Frente a este panorama, una parte analizaba la posibilidad de que, un peronismo dividido, mejoraba las expectativas electorales de Macri. Otros planteaban que las declaraciones de Fernández eran moderadas y, por tal motivo, se alejaba el fantasma de un default y, ante ese escenario, no les preocupa quién gane las elecciones.
Los mercados se siguieron moviendo con tranquilidad, el martes el dólar bajó, la bolsa subió y el riesgo país tuvo un interesante retroceso. Pero ayer Lavagna anunciaba que no quería participar en una interna en Alternativa Federal y se anunciaba la posibilidad que fuera candidato por un frente propio. Por otra parte, Massa decía que le gustaba la idea de participar en una interna con el kirchnerismo.
Todo esto complicó el panorama. El dólar había comenzado las operaciones en baja y muy tranquilo, pero cuando se conocieron estos movimientos, volvieron las dudas, demostrando que las ambiciones de poder de la dirigencia política pueden más que la racionalidad. Así, el dólar recuperó la baja y entró en terreno de suba, la bolsa estaba muy inestable y el riesgo país comenzó a subir.
El mercado cambiario local está muy influido por el poder de fuego que tiene el Banco Central y, ante la baja de los índices y las expectativas de inflación, las tasas de interés resultan muy atractivas para los inversores, al menos en el corto plazo. Por eso el dólar estaba tranquilo y aunque registre pequeñas oscilaciones, no muestra ninguna tendencia de intranquilidad, aunque en abril más de 1 millón de argentinos compraron dólares para atesorar.
Con los datos internos bastante acotados hasta ahora, es el riesgo país el indicador que con mayor certeza nos da la idea del humor de los inversores y los que operan con los bonos argentinos en los mercados internacionales. En este sentido, el mercados e verá alterado por declaraciones de políticos, alianzas o separaciones o encuestas que irán apareciendo, aunque falten más de seis meses para las elecciones.