Las fuerzas de seguridad de Egipto abatieron el sábado a 40 presuntos "terroristas", al día siguiente de un atentado contra un autobús de turistas vietnamitas, el primero desde hace más de un año en un país que ha convertido la lucha "antiterrorista" en una prioridad.
El viernes, tres turistas vietnamitas y su guía egipcio murieron a causa de la explosión de una bomba de fabricación casera cuando su autobús pasaba cerca de las pirámides de Guiza, en la periferia suroeste de la capital egipcia.
"Vietnam está en cólera y condena con firmeza el acto terrorista que mató e hirió a numerosos vietnamitas inocentes", destacó la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Le Thi Thu Thu Hang, pidiendo a Egipto "castigar severamente" a los autores.
Varios países extranjeros expresaron su apoyo a Egipto, entre ellos Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea. El papa Francisco, por su parte, se manifestó "profundamente entristecido" y "confía en que todos trabajarán para vencer a la violencia mediante solidaridad y paz", según reza un telegrama del Vaticano.
La fiscalía general egipcia indicó que se abrió una investigación sobre este ataque, que dejó también heridos a 11 turistas y al conductor del vehículo.
El ministro del Interior anunció este sábado que se llevaron a cabo incursiones en la región de Guiza y en el Sinaí del Norte (este), donde está implantado el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
"Cuarenta terroristas han sido abatidos", 30 de ellos en la región de Guiza y 10 en el Sinaí del Norte, según la misma fuente.
"Planeaban una serie de agresiones contra las instituciones del Estado", así como contra el sector turístico, lugares de culto cristiano y las fuerzas de seguridad.
El ministerio no relacionó directamente los asaltos de la policía con el ataque del viernes, que no ha sido reivindicado, aunque una fuente de seguridad precisó que tuvieron lugar a continuación del atentado.
Desde febrero, las fuerzas de seguridad dirigen una ofensiva contra el EI, en particular en la región de Sinaí del Norte, donde unos 500 yihadistas han sido abatidos según el ejército.
Los ataques en Egipto se multiplicaron sobre todo contra las fuerzas de seguridad y la minoría cristiana copta, desde que el ejército derrocara al presidente islamista Mohamed Mursi, en 2013.
El presidente egipcio, Abdel Fata al Sisi, decretó el Estado de emergencia después de los ataques contra iglesias en abril de 2017, una medida renovada continuamente desde entonces.
El atentado del viernes es el primero contra turistas desde julio de 2017. El sector crucial del turismo sufrió la inestabilidad política y los atentados de grupos extremistas como el
EI, tras el levantamiento popular de enero de 2011, que expulsó del poder al todopoderoso presidente Hosni Mubarak.
"El ataque echa por tierra el fuerte mensaje del gobierno egipcio, según el cual el país es seguro para los turistas", declara a la AFP Zack Gold, especialista en cuestiones de seguridad en Oriente Medio y analista en el centro de investigación CNA, con sede en Estados Unidos.
Tras este tipo de ataques, las autoridades anuncian de manera casi sistemática asaltos y la muerte de "terroristas".
Los medios egipcios transmitieron, este sábado, por televisión y redes sociales las fotos de los presuntos yihadistas muertos. En éstas se ve a hombres ensangrentados con el rostro difuminado y un arma en la mano, en escondites rudimentarios.
Pero estos medios, bajo control del Estado, hablaron muy sucintamente del atentado, un tema delicado en Egipto, donde el poder se presenta como un gran aliado de las potencias occidentales en la lucha antiterrorista.
"Todos quedamos muy impactados", confesó a la AFP Nguyen Nguyen Vu, de 47 años, hermano de una de las turistas asesinada, Nguyen Thuy Quynh, de 56 años, que se enteró de la noticia por la noche tras una llamada de su cuñado, Le Duc Minh, herido y hospitalizado cerca del lugar del drama.
Nguyen Nguyen Vu quiere obtener un visado para viajar a El Cairo y "traer [a su] hermana a casa".
Según Saigon Tourist, la agencia que organizó el viaje, los turistas se dirigían a un restaurante para cenar en el momento del atentado. Responsables de la compañía se desplazarán a El Cairo.
El ministro de Turismo egipcio anunció que estaba en contacto con la embajada de Vietnam para "facilitar los procedimientos de viaje de las familias de heridos que quieran trasladarse a Egipto".
El mayor ataque contra turistas, que supuso el golpe más duro para el sector, se remonta al 31 de octubre de 2015.
El EI reivindicó un atentado con bomba en el que murieron los 224 ocupantes de un avión ruso, tras su despegue desde la estación balnearia de Sharm el Sheij, en el Sinaí.
Egipto registró recientemente un repunte en el sector turístico, con 8,2 millones de visitantes en 2017, según cifras oficiales. Pero el país está aún lejos de los 14,7 millones de turistas de 2010.