La Mansión McKamey , una casa del terror que se encuentra en Tennessee, Estados Unidos, premia con 20.000 dólares (alrededor de 1.200.000 pesos argentinos) a quienes quieran vivir un recorrido tenebroso que dura entre 8 y 10 horas. Además, para participar hay que pasar previamente por exámenes físicos y psicológicos. Todavía nadie ha podido completar el circuito completo, y es por razones muy polémicas.
Se trata de una casa situada en Summertown, Tennessee, donde Russ McKamey, su dueño, con un grupo de colaboradores, someten a los visitantes a vivir una pesadilla psicológica, sin descartar en el contacto físico. Tanto es así que incluso fue denunciado en varias ocasiones por ello.
Según informó Clarín, antes de empezar a participar, el participante debe someterse a estudios médicos, entre ellos un test de drogas, y psicológicos para comprobar si está apto para el terror. Luego debe leer y firmar un documento de unas 40 páginas que detallan varias de las cosas que pueden suceder allí adentro, entonces así, el dueño busca desligarse de algunas responsabilidades.
Kris Smith, una voluntaria remota de la Mansión McKamey contó en diálogo con USA Today que: "Hay una posibilidad de que te saquen los dientes, de hacerte un tatuaje, de que te arranquen las uñas. Es realmente abrumador".
Y la polémica continúa, porque en una parte del documento expresa que el visitante puede ser enterrado vivo en un ataúd o someterse a nadar en unos túneles estrechos con poco aire y con la posibilidad de que un caimán aparezca y lo muerda.
La gran pregunta en medio de esta escandalosa propuesta, que lejos está de ser entretenida, es sí esos ítems realmente ocurren dentro de la casa o si sólo es para atraer participantes y quitarles el dinero.
Luego en una segunda parte de la expedición aparece un trecho en el que usan los peores miedos de las personas (los cuales previamente descubren en el examen psicológico obligatorio) para utilizarlos en contra de los participantes. En cuanto se entra a la casa se vive una experiencia como d eun secuetro, lo raptan y lo bañan de sangre artificial para comenzar a sentir el terror desde el inicio.
Russ McKamey dice que todo se trata de un show y que no hay heridos en su trabajo. Aunque las imágenes no lo ayudan. En sus inicios, el maltrato físico sí era una posibilidad y por eso tuvo varias denuncias en su contra.
Pero aunque parezca una locura, a pesar de todo lo que se ha dado a conocer sobre las torturas y demás castigos mentales, la lista de espera para ingresar el "juego" tiene unos 24.000 inscriptos. Pero lo más llmativo de todo es que McKamey no cobra entrada, sólo pide que quienes quieran participar donden comida para sus perros.