La Cámpora dio en Mendoza un salto de madurez política: jugar solos en las primarias para ganarse un lugar en las listas finales del PJ, ya sin las imposiciones “de arriba” con las que lograron lugares de privilegio cuando reinaba Cristina Fernández de Kirchner.
La decisión, avanzada pero no firme aún, busca dar vida a un peronismo que luce lánguido y sin atisbos de una recuperación en el corto plazo, luego de ocho años de malos gobiernos provinciales y doce años de una controvertida gestión nacional.
Pero también viene a completar en Mendoza el escenario nacional de polarización.
Fue esa ola que el kirchnerismo nunca dejó de agitar, y en la que Cambiemos creyó entrever su mejor estrategia electoral, la que decidió al grupo mendocino, que une a los camporistas con otras agrupaciones K y algunos sindicatos.
Tal vez, a la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti la haya animado la propia ex presidenta, en alguno de los almuerzos que han compartido en Buenos Aires.
A priori, el sector K parece en desventaja: son los otros dos grupos del peronismo que hasta ahora han insinuado pretensiones electorales los que parecen tener más poder territorial, sobre todo a partir de la figura de los cinco intendentes que tiene el PJ.
Pero justamente, están divididos y hay una figura que parece ser clave para que no se junten: Carlos Ciurca. El ex vicegobernador es el armador que impulsa la postulación de Jorge Tanús.
Del otro lado, está el actual presidente del PJ, Omar Félix, que quiere cerrar un acuerdo con los intendentes azules detrás de su nominación.
En el peronismo está expandida la creencia de que en realidad Ciurca busca llegar a una lista de consenso, para lo cual ofrecería la cabeza de Tanús a cambio de que en el segundo casillero de la lista de diputados nacionales vaya su esposa, la concejal lasherina Verónica Valverde.
Mientras el peronismo discute su interna, en el Gobierno miran con cierta tranquilidad el escenario electoral y ya hace semanas hacen un pronóstico que puede parecer alocado, pero se basa en el profundo estudio de las encuestas que hace el gobernador, Alfredo Cornejo: “Si los chicos se animan, les ganan la interna a los intendentes”.
“Los chicos” son los camporistas y el argumento es que aunque los intendentes peronistas, unidos, llevan las de ganar en sus departamentos, en los restantes 13 la principal figura del PJ es Cristina.
Cornejo, dicen en su entorno, se ilusiona con ese escenario: pelear en la general contra una lista del Frente para la Victoria o como se llame, encabezada por La Cámpora.
Así, su decisión de confrontar discursivamente con “el kirchnerismo” tendría un efecto más contundente: aunque Cristina sigue siendo la figura peronista más importante en Mendoza, su imagen positiva apenas supera el 25% y la negativa roza el 60%.
