Buenas tardes, a pesar de todo. La palabra pobre se refiere a una persona que no tiene lo necesario para vivir, o que lo tiene con mucha escasez. No quiero abundar en el tema porque ahí están las encuestas del Indec que son más elocuentes que cualquier comentario.
Ahora se habla mucho de compatriotas que están debajo de la línea de pobreza. Esto de la “línea de pobreza” debe ser una paradoja geométrica, porque sabido es que una línea es una sucesión de puntos y acá ocurre que millones de puntos están debajo de la línea.
Pero también se usa la palabra pobre como una expresión de lástima aunque el tipo no sea pobre. Cuando a un vecino le chocaron el auto, uno dice: ¡Pobre hombre! Cuando una mujer es abandonada por su marido porque encontró a otra mujer, uno, apiadado de la víctima dice: ¡Pobre mujer! También suele decirse es un pobre gato, cuando se describe a alguien que se las quiere tirar de mucho más de lo que realmente es.
Pobreza ha habido siempre, para certificarlo basta agarrar la Biblia y remitirse a los conceptos que sobre el tema nos dejó un señor que les vaticinó a los pobres el reino de los cielos.
Hubo y sigue habiendo países pobres. Era un país tan pobre que el pájaro nacional era la mosca. Era un país tan pobre que los ríos tenían una sola orilla. Era un país tan pobre que en el último terremoto dio superávit.
O sea que la familia de palabras pobre, pobreza, pobrerío, pobretón, siempre fue una familia de muchos integrantes. No es nada desconocido para el mundo, para la historia y para las estadísticas. Lo que sí me parece es que está cambiando el concepto de la pobreza.
Vamos a aclarar dijo la lavandina. El concepto actual de pobreza está íntimamente ligado con otros dos conceptos, la desocupación y la concentración de capitales. La desocupación es la falta de trabajo, y uno tiende a pensar que es una materia pendiente de este sistema imperante, que es una consecuencia de los planes despiadados que se aplican. Es decir uno tiende a pensar que nadie quiere que haya pobres y que si existen es porque algo falló.
A mí me tinca que no es así, que no es algo no deseado que ocurre, sino que es algo que ocurre porque estuvo calculado que así ocurriera; que la pobreza no es un error del sistema, es una condición del sistema, que es muy distinto.
El norteamericano Lester Thurow es uno de los economistas reconocidos en el mundo entero con pensamiento lúcido y visión trascendente. Pues bien, él es autor de la siguiente categórica frase: “El capitalismo le declaró la guerra a la clase obrera y se la ganó”. Un estupendo analista francés de la actualidad, André Gorz, en su libro “ Miserias del presente, riqueza de lo posible” dice que “no hay que esperar nada de los tratamientos sintomáticos de la “crisis”, pues ya no hay más crisis: se ha instalado un nuevo sistema que tiende a abolir masivamente el trabajo. Restaura las peores formas de dominación, de servidumbre, de explotación y obliga a todos a luchar contra todos para obtener ese trabajo que se ha abolido”.
Para decirlo de otra manera, no es que al sistema le preocupa que haya mucha gente sin trabajo, el sistema sabe, sabía de antemano, que para tener éxito como sistema, era condición necesaria que desapareciera gran parte del trabajo y aumentara en gran parte la pobreza.
Es como dice Eduardo Galeano: antes la pobreza era una injusticia, ahora es una normalidad.
Cuando nuestros políticos, en los que encontraron una esperanza los pobres, lean un poquitito más a Thurow, a Gorz o a Galeano, tal vez entiendan que mientras el sol sigue saliendo para todos, va a llegar un día en el que el cero también salga para ellos.