¡La pobreza, estúpido! - Por Jorge Sosa

El continente, por debajo del Río Grande, tiene problemas que vienen del pasado.

¡La pobreza, estúpido! - Por Jorge Sosa
¡La pobreza, estúpido! - Por Jorge Sosa

Poco antes de las elecciones de 1992, en los Estados Unidos,  Bush era considerado imbatible por la mayoría de los analistas políticos, fundamentalmente debido a sus éxitos en política exterior, como el fin de la Guerra Fría y la Guerra del Golfo de Pérsico.

No había con qué darle al guacho Su popularidad entonces había llegado al 90 % de aceptación, un récord histórico, diríamos inédito también. James Carville, era el estratega  de la campaña electoral de Bill Clinton, que tenía menos oportunidades de ganar que Defensores de Cambaceres jugando con el Barcelona y con un hombre menos. Sin embargo Carville señaló Clinton debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades inmediatas. Con el fin de mantener la campaña enfocada en un mensaje, Carville pegó un cartel en las oficinas centrales con tres puntos escritos:

1. Cambio vs. más de lo mismo.

2. La economía, estúpido.

3. No olvidar el sistema de salud.

Aunque el cartel era solo un recordatorio interno, la frase se convirtió en una especie de eslogan no oficial de la campaña de Clinton, que resultó decisivo para modificar la relación de fuerzas y derrotar a Bush, algo impensable poco antes. Fue un verdadero batacazo y la frase tuvo mucho que ver en ello.

Después se le agregó el verbo “ser” y se dijo “Es la economía, estúpido”. Yo no sé a quién se refería cuando dijo estúpido, si hubiese sido a Bill Clinton era una frase cargada de falta de respeto a un candidato al cargo de jefe del mundo. Pero puso “estúpido” nomás. Cosa con la que posteriormente no coincidiría Mónica Lengüisky.

La frase se instaló en la cultura política estadounidense y también internacionalmente.

Usualmente se expresa precedida de la palabra «es», como dijimos. Adicionalmente, la estructura de la expresión, orientada a destacar lo esencial en determinada situación, ha sido utilizada para referirse a otras cuestiones consideradas esenciales, como «¡es el déficit, estúpido!», «es la empresa, estúpido», «son las matemáticas, estúpido»,«son los votantes, estúpido» y así sucesivamente.

América está convulsionada, herida, levantisca. Se han producido acontecimientos populares que han hecho temblar los sistemas establecidos. La gente salió a la calle a manifestar su descontento, a hacer trepidar el escarmiento como solía decir Perón en sus alocuciones.

Es que el continente, por debajo del Rio Grande, tiene grandes problemas que vienen del pasado, y al parecer ya nadie aguanta más.

Son millones y millones de personas las que viven debajo de la línea de la pobreza y millones que lo hacen inmersos en la indigencia, mientras sectores pequeños de las comunidades cobran sueldos de películas y se enseñorean en autos de alta gama.

La desigualdad social impera en numerosos países de este continente querido. Se nos nota en Venezuela, en Haití, en México, en Colombia, en nuestro propio país y ahora en Chile, que ha ganado las calles con una protesta generalizada que no detienen los toques de queda.

Es como un gigantesco clamor que dice “No damos más”. No nos aguantamos más esta situación de injusticia que destroza nuestro porvenir y pinta de negro nuestro futuro.

Entonces no hay quien las detenga, no existe fuerza de represión alguna que haga menguar las protestas populares masivas que le ponen el pecho a las balas de goma y vuelven a sus casas vomitando por los gases tóxicos.

Pero siguen igual y han de seguir mientras no haya una señal que indique claramente y sin dudas de que la cosa va a cambiar.

América ha salido a las calles. Puede que esto haga recapacitar a aquellos que tienen en sus manos el destino de las naciones y les haga cambiar el rumbo, hacia el lado de los desvalidos.

Cabe entonces la frase Carville pero de esta manera: “!Es la pobreza, estúpido!”.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA