Tal como cuando se va al mar, Lucas Ferreyra (3) buscó en su pieza el baldecito y todos los implementos para hacer su castillo. Y en esas labores estaba en la tarde de ayer, trayendo agua a las corridas para mezlcar con la arena debajo de la sombrilla.
Sólo que no debió viajar cientos de kilómetros para vivir la experiencia, bastó con recorrer las pocas cuadras que separan su casa en La Consulta de la nueva playita. “Está bueno, cerca y como el brazo del río está bajito, no hay peligro para los peques”, sentenciaron Pablo y Carolina.
Siguiendo la exitosa iniciativa de Luján, San Carlos inauguró días atrás su playita a la vera del río Tunuyán. Sólo el fin de semana de Navidad recibió cerca de 2 mil personas por día y, según informaron desde el municipio, se ha mantenido con un promedio de 500 visitantes por día.
Mojar los pies
Haciendo frente al viento caliente y el ácido golpe del sol a la siesta, cientos de personas disfrutaron ayer de la playita según su estilo personal. Un grupo de amigos improvisó una red y jugaron al voley. Unas chicas eligieron la charla, entre mates y bronceador. Alguien se llevó una revista para leer. Los chicos se embarraron hasta la frente y hasta hubo quien llevó a su perrito para refrescarlo.
“Está bueno tener la playita a mano. Nos organizamos en un ratito y nos venimos”, dijeron Constanza Moschetti, Anabella Maggini y Bianca Laudecino mientras buscaban el mejor lugar sobre unas piedras, del otro lado del río. Las chicas ya son visitantes asiduas del sitio.
Luchando contra las ráfagas de Zonda que estropeaban sus esfuerzos, los Ahumada intentaron varias veces hasta que lograron poner las dos sombrillas en pie. “Nos gusta tener un lugar distinto donde poder ir. Terminás de trabajar y te venís con la familia a pasar un rato. Es una buena opción”, expusieron las hermanas Laura y Claudia.
“La mejor hora es el atardecer. Empieza a refrescar, se ve el sol entrando en la montaña y la gente se queda charlando, tomando algo... Sólo que estamos cerrando a las 21, para evitar inconvenientes o riesgos que puedan acontecer, porque el predio se queda sin personal”, contaron Gabriela y Jesús.
Identificados con remeras naranjas, ellos son dos de los agentes municipales que realizan mantenimiento y control en el lugar durante todo el día. Desde un parador -improvisado debajo del único árbol de chañar que da sombra en el sitio- también ofrecen y reparten las sombrillas y asesoran sobre los servicios y el cuidado del lugar.
La playa de San Carlos se encuentra a la altura del ‘Puente del río”, entre La Consulta y Campo Los Andes. Una ciclo vía, con gimnasios al aire libre, une este punto de la ruta 92 con la ciudad de La Consulta. “Lo bueno es que muchos van en bicicletas o caminando hasta el lugar. Se ha convertido en parte de un circuito deportivo”, expuso Ricardo Funes, titular de Turismo del municipio.
Cómo sigue
Desde la comuna, aseguran haber recibido buenos comentarios y algunas sugerencias. De todos modos, aclararon que el funcionamiento de la playita estará a prueba durante todo este verano.
Funes expuso que la etapa que se viene es la puesta en valor del puente conocido como “Puente del Río” y la creación en el sitio de un área de servicios turísticos.
Pero lo que más entusiasma a la comuna es que la playa implique una posibilidad de desarrollo para la gente del barrio La Rivera. “Ya hay una familia que vende jugos y licuados en el patio de su casita. El proyecto incluye la construcción de una costanera y un paseo peatonal, donde puedan instalarse artesanos, venta de comidas, etc”, aclaró.
La playa está sobre la margen este del río Tunuyán, al norte de la ruta 92, justo en el límite que divide Campo Los Andes (Tunuyán) y La Consulta (San Carlos). El pórtico de ingreso aparece, viniendo de La Consulta, metros antes de llegar al ‘Puente del Río’.
Se extiende por unos 600 metros cuadrados. Tiene capacidad para 300 autos en su playa de estacionamiento y una capacidad máxima para 3500 personas.
El costo por auto es de 50 pesos. Las personas que ingresan a pie, no pagan. Hay complejo de sanitarios y sombrillas, a disponibilidad.