La iniciativa de la Municipalidad de Luján de Cuyo de armar una playa a la vera del río Mendoza, en el distrito Las Compuertas, es una acción positiva en materia de turismo y viene a solucionar una situación anárquica y peligrosa que se registraba en el kilómetro 25 de la ruta provincial 82.
El municipio preparó en ese lugar un predio de 20 hectáreas, con distintas comodidades y servicios para que miles de mendocinos y paseantes disfruten de jornadas de esparcimiento, al lado de un curso de agua. El proyecto, que se llama "Luján Playa", es la respuesta a una promesa que se hizo el año pasado, cuando la gente llegaba a ese espacio abandonado, anárquico, con accesos peligrosos y sin ninguna vigilancia ni prestación de ofertas mínimas para el visitante.
Con esta reconversión de un lugar natural y desprotegido a un escenario preparado y contenido, se logra materializar una oferta turística interesante, similar a la que emplean los cordobeses y puntanos con sus cauces. Hay un puesto fijo de enfermería, servicio de emergencia, bomberos, seguridad, personal de Defensa Civil y guardavidas. Además se dispuso de sanitarios químicos, incluidos los reservados a personas con discapacidad.
También la comuna habilitó 300 sombrillas de uso gratuito, y construyó canchas de vóley, tejo y fútbol tenis, areneros para niños, dos sectores bien diferenciados con churrasqueras (realizados con las losas de la antigua pista de aterrizaje del aeropuerto Francisco J. Gabrielli).
Habrá que ver sin embargo si tiene solución -en principio se presenta como muy complicado- el grave problema de colapso que ha empezado a padecer la ruta 82 en las primeras jornadas de utilización del balneario y que amenaza convertirse en nota característica a partir de ahora. En el reciente lunes de feriado nacional, la zona registró una afluencia de casi 5.000 personas, que se transportaron obviamente en vehículos o colectivos.
La congestión que soportó el camino fue muy complicada y causó diversos trastornos. Este aspecto deberá ser estudiado de manera urgente porque si en la actualidad, sin haber ingresado en el verano pleno, se habla de la visita de miles de personas, es previsible que las concentraciones humanas en la "playita" en los meses del estío superarán ampliamente los números actuales. Este -el del acceso carretero entonces- es un componente frágil del emprendimiento turístico en marcha.
Los afectados directos son las decenas de familias que hace tiempo eligieron los costados de la cinta asfáltica, en un ambiente precordillerano, para vivir en forma permanente, quienes a partir de ahora tendrán el inconveniente de ver limitadas sus posibilidades de desplazamiento en ocasión de los días de intensa convocatoria en la infraestructura al borde del río. La situación en este aspecto, el vial, se empeorará probablemente cuando la ruta 82 se conecte con el perilago del dique Potrerillos, una expectativa que los pobladores zonales aguardan desde hace 15 años y que en cierta forma ha frenado un más decidido crecimiento inmobiliario y comercial en el área.
Es un punto a tener en cuenta, lo mismo que el cuidado del medio ambiente en lo concerniente al curso hídrico, el más importante de la provincia, y la flora nativa del lugar. La comuna lujanina e Irrigación aseguran que habrá protección en lo concerniente a esos aspectos, y desde ya debe mantenerse estrictamente la prohibición de acceder al río con automotores y motocicletas. Habrá que monitorear muy bien esas salvaguardas.
