La psicología del arte es una rama de la psicología dedicada al estudio de los fenómenos de la creación y la apreciación artística desde una perspectiva psicológica. Existen muchos aspectos que vinculan la psicología del arte a la psicología en general, como la percepción, la emoción, la memoria, el pensamiento y el lenguaje.
Muchos psicoterapeutas han comprobado los efectos beneficiosos del arte para ayudar a pacientes que acuden a consulta con quejas psicológicas, ya que el arte en todas sus expresiones (pintura, danza, música, escritura, teatro etc.) libera la subjetividad de la persona. Así, se puede utilizar para resolución de conflictos, problemas de comunicación, dificultades de expresión y otros muchos aspectos psicológicos.
BENEFICIOS
Pintar sobre un lienzo, sobre un papel o sobre cualquier superficie que nos permita expresarnos puede ser una forma de manifestar sentimientos y pensamientos para personas que necesitan comunicarlos y no son capaces de hacerlo mediante otra vía. Es un tipo de terapia alternativa y natural que puede tener muchos beneficios, como los siguientes:
- Mejora de la comunicación
Aquellas personas que comienzan con una terapia con pintura suelen ser tímidas y retraídas y tienen dificultades para comunicarse con su entorno familiar e incluso con sus terapeutas. Sin embargo, con la pintura las personas tímidas logran dar rienda suelta a su creatividad y expresar sentimientos, emociones.
- Aumenta la autoestima
Cuando la terapia con la pintura se realiza en un ambiente no competitivo, relajado y agradable, un paciente puede alcanzar grandes logros personales y esto fortalecerá su autoestima. Este aspecto puede ser importante para personas con problemas de codependencia, traumas y que necesitan fortalecer su autonomía y aprender a quererse y valorarse.
- Motricidad
Al igual que ocurre cuando tocamos un instrumento musical, con la pintura al manejar un pincel o un lápiz aprendemos a regular los movimientos de la mano y a desarrollar conexiones cerebrales relacionadas con esa habilidad. En adultos, la pintura puede ayudar a mejorar la motricidad fina.
- El cerebro en movimiento
Con el dibujo y la pintura se estimulan ambos hemisferios del cerebro, tanto el izquierdo como el derecho. El izquierdo implica el lado lógico y racional, mientras que el derecho se relaciona con nuestra creatividad y nuestras emociones. Se trata de dar alas a nuestra imaginación y de dejarla volar para que nuestros pensamientos más profundos también puedan respirar.
- Concentración
La dedicación a la pintura -o a otro tipo de creación artística- requiere concentración. Pintar es un trabajo minucioso que nos permite olvidarnos del entorno y que fluyamos, haciendo que el tiempo pase sin que nos demos cuenta.
El estado de concentración avanzado se llama Alpha y ha sido objeto de numerosos estudios. Se trata de un estado durante el cual una parte del cerebro está consciente y la otra hace surgir el inconsciente. Ese mismo estado se consigue con la oración, la meditación o la música.
- Inteligencia emocional
Las emociones son una parte muy importante de nuestra creatividad. Con la pintura podemos dejar fluir las emociones y experimentar felicidad, amor, empatía y paz. La relajación que se obtiene a través de la pintura ayuda a conseguir una armonía entre el corazón y la mente.