Los aumentos de precios de los materiales de construcción han avanzado a un ritmo mucho mayor que los créditos de Procrear, provocando una importante desvalorización de los préstamos.
Por supuesto que las tasas que ofrecen los créditos del Gobierno Nacional son convenientes para los usuarios y han movilizado el mercado, según declaraciones de los propios constructores, pero es también una realidad que los primeros usuarios sorteados han tenido opciones mucho mejores que los últimos beneficiarios. En julio de 2012, cuando se ejecutó la primera etapa de Procrear, se otorgaron créditos de hasta $ 350.000 para la línea de construcción.
Según el Consejo Profesional de Ingenieros, el valor del metro cuadrado de construcción alcanzaba los $ 3.461,13 en ese momento, por lo que se podían edificar 101 m2 con el máximo crédito disponible (suponiendo que la inflación no avanzara durante los meses de ejecución de la obra).
Hoy se entregan $ 520.000, pero apenas alcanzan para construir 59 m2, teniendo en cuenta el actual valor del m2 ($ 8.777,17).
Por tanto, el máximo crédito disponible para el plan de construcción estatal se desvalorizó un 41% en tres años y tres meses (desde julio de 2012 hasta octubre de 2015). La diferencia porcentual equivale a los 42 m2 perdidos en los tres años de crédito.
El resultado es lógico si se compara con el modo en que han avanzado las líneas de crédito contra los precios de construcción. En el período durante el cual los préstamos de Procrear aumentaron un 48,5%, pasando de $ 350.000 a $ 520.000, los costos de construcción se incrementaron 153,59%.
Cabe aclarar que el último sorteo realizado por Procrear para la línea de construcción fue en febrero de este año, pero la comparación con los valores actuales de construcción es válida, considerando que es común que los desembolsos de los préstamos demoren más de ocho meses. Además, por el momento, el Gobierno Nacional no ha anunciado ninguna ampliación de los créditos a futuro.