“Una puñalada al corazón del fútbol”, con estas palabras, Martín López, un abogado de 35 años, hincha fanático de Andes Talleres, definió el estado del campo de juego del estadio de fútbol del Matador tras el recital de Manu Chao, cita artística que reunió más de 6 mil fanáticos que saltaron durante tres horas bajo una persistente cortina de lluvia.
Sin dudas, una puñalada al corazón de esa gente que trabaja día a día para que el fútbol de Andes Talleres continúe con vida. Y más teniendo en cuenta que el equipo de primera división está por disputar los cuartos de final del Torneo Federal C, es decir, a seis partidos de lograr el objetivo de ascender al Torneo Federal B.
Durante la semana previa al recital, allegados al fútbol ya habían manifestado su malestar por el alquiler del estadio. Desde el equipo directivo del club informaron a Más Deportes que el mismo se alquiló bajo el consentimiento de la comisión directiva del fútbol.
El canon que pagó la productora que trajo al artista fue de 80 mil pesos, de los cuales, el 70 por ciento ingresa a la caja fuerte del club y el 30 restante es plata que ingresa al fútbol directamente.
Según el presidente de la comisión de fútbol, el contador Jorge Cattáneo, el fútbol quedó en terapia intensiva, ya que calculan que necesitarán aproximadamente 150 mil pesos para poner en condiciones el campo de juego, el cual fue trabajado durante todo el mes de enero para dejarlo en óptimas condiciones para el presente Torneo Federal C.
Ayer por la mañana, muchos hinchas se acercaron hasta el estadio mientras la organización desarmaba el escenario y retiraba todos los materiales e inmediatamente con sus celulares tomaban fotografías y la subían a las redes sociales repudiando la realización del espectáculo.
El fútbol de Talleres otra vez besó la lona y como dijo su máximo dirigente actual, quedó en terapia intensiva. Justo en el peor momento. El domingo visita a Pilares de San Rafael y el ánimo del plantel está como el piso del estadio: destruido, ya que una vez más, no se sintieron valorados por la institución.