Autoridades del Ministerio de Hacienda de la Nación revelaron que el nivel de déficit primario de Argentina viene disminuyendo a un ritmo superior al presupuestado. Las razones que explicarían este sobrecumplimiento son una mayor recaudación impositiva y una menor expansión del gasto.
Una parte importante de este menor crecimiento de los egresos se debe a la reducción de los subsidios a las tarifas de los servicios públicos. Los funcionarios destacaron que la rebaja de las erogaciones se mantuvo, incluso, en el período electoral, ya que en el tercer trimestre se desarrollaron las PASO y hace poco las elecciones generales y, sin embargo, el nivel de gasto de mantuvo contenido.
Lo que está complicando las cuestas fiscales es el déficit financiero, ya que está pesando cada vez más el pago de intereses y servicios de la deuda. Alguna venía de antes y otra parte importante es la deuda nueva que se tomó para financiar el déficit fiscal a fin de evitar emitir dinero.
Aparentemente, el plan del gobierno para 2018 es acelerar la rebaja de subsidios de manera de pasar de un déficit de 4,3% este año a un 3,2% en año próximo. Según se perfilan los planes oficiales, se harán en noviembre las audiencias públicas para resolver la tarifa del gas, que incluye el costo de explotación y el transporte y distribución.
También se van a revisar las tarifas de luz y de agua. Es posible, también, que se aplique algún aumento en el transporte, sobre todo después del último aumento de los combustibles.
La persistencia del déficit ha seguido empujando la inflación, y por esa razón el Banco Central se vio a obligado a aumentar nuevamente las tasas de referencia, aunque este sistema no está resultando muy idóneo para contener un proceso que está empujado por el volumen del gasto público.
El presidente Macri ha ratificado que mantendrá un ritmo gradual de corrección del déficit pero los mercados presionan para que acelere el proceso. Es que todos están viendo una inminente suba de tasas internacionales que podría afectar el financiamiento y le recuerdan que cuanto menos dependa de esos capitales, más autonomía podrá tener. En el gobierno defienden el gradualismo para no generar efectos violentos en la población.