El edificio que la OSEP tiene en La Paz se está hundiendo lentamente, luego de que los suelos donde ha sido construido comenzaron a ceder en el último tiempo. La situación es grave, al punto que un sector de las dependencias quedó clausurado al público y aunque las primeras grietas fueron advertidas por el personal hace más de un año, todavía el problema no ha sido resuelto.
"Hace un año detectamos las primeras grietas en las paredes del ingreso al edificio e hicimos un informe a las autoridades", explicó Roberto Silva director de la OSEP en La Paz y siguió: "Todo indica que se trata de un caño de agua roto que corre bajo el edificio".
Las instalaciones están ubicadas en la esquina de calles Galigniana y Buenos Aires, a metros del edificio municipal. El lugar atiende necesidades de unos 4.000 afiliados, cubre unos 390 metros cuadrados y fue inaugurado hace poco tiempo, en 2006; cuenta con un área para la administración, cuatro consultorios, tres salas para odontología, una sala de espera, salón de usos múltiples y los sanitarios.
Así y aunque el edificio tiene menos de una década de uso, desde hace más de medio año, el ingreso principal a la OSEP de La Paz está clausurado y algunos de sus muros internos han debido ser apuntalados.
La gente no puede utilizar la mayoría de los sanitarios ni tampoco está disponible el salón de usos múltiples, instalaciones que, por precaución, han sido clausuradas. Así y frente al lento hundimiento del edificio en un suelo que ha comenzado a ceder, se habilitó una entrada al público por calle Buenos Aires.
Silva explicó que desde que advirtieron las primeras grietas e informaron de la situación, la administración central de OSEP ordenó diversas inspecciones al edificio e incluso, una serie de mediciones y cálculos para determinar cualquier aceleración en los problemas que presenta el suelo.
Sin embargo, lo llamativo es que, más de doce meses después y con instalaciones clausuradas, todavía no se ha realizado ninguna obra de fondo y ni siquiera se ha cortado el agua que corre por las cañerías de la zona afectada. "A fines de agosto van a hacer un pozo para realizar un estudio de suelo", adelantó Silva.
El municipio de La Paz advierte que no puede realizar ningún trabajo de reparación, a no ser que algún convenio autorice las obras y eso no existe. De todos modos, hace algún tiempo la comuna abrió un pozo en la vereda, frente al ingreso principal a la OSEP, y asegura que debajo de las baldosas que retiró, el suelo se ha convertido prácticamente en barro.
"Acá el problema es un caño de agua roto, que vaya a saber uno el tiempo que lleva así, pero que comenzó a mostrar problemas en el edificio hace más de un año", dijo el ingeniero y también legislador provincial Jorge Sosa, que a pedido de la comuna abrió un pozo en la vereda para evaluar la situación: "Saqué barro con la mano", sintetizó el hombre.
La comuna decidió vallar la vereda frente a la OSEP, por Galigniana. "El suelo de La Paz es el más sensible a la humedad en toda la región", agregó Sosa y cerró: "Más allá de lo que hagan con el edificio y los arreglos que demande, lo que resulta insólito es que todavía la OSEP no haya tomado la decisión de cortar el agua y reparar el caño".
