La eliminación del Barcelona ante el Liverpool en semifinales de la Champions League deja, una vez más, en el ojo de la tormenta a Lionel Messi por encima del equipo.
Los medios mundiales, incluídos los argentinos, apuntaron contra el rosarino asegurando por enésima vez que "desaparece en los partidos difíciles".
Esos críticos son los mismos que la semana pasada habían asegurado que Messi, autor de dos goles en el partido de ida, era el mejor de la historia, que no hay otro como él y bla, bla, bla.
Está claro que Lionel no tuvo el mejor partido en Anfield, pero pocos pondrán sus ojos en los errores de la defensa culé (en especial Jordi Alba), sobre todo en el cuarto gol de los ingleses, algo que se puede ver los sábados en los torneos amateurs de fútbol.
"Se vienen días duros", dijo Ernesto Valverde después del partido y será así, pero no tendrán comparación con los días que le esperan a Messi con la "crítica nacional".
Así que si sos admirador de La Pulga, te recomiendo que no mires los programas de debate futbolero de Argentina porque si la semana pasada lo criticaron por hacerle dos goles al Liverpool en la semifinal de la Champions League y no hacerlos con la Selección Argentina, imaginate ahora...