La tecnología para la conectividad era parte de la vida cotidiana de los mendocinos desde hacía rato. Se utilizaba para buscar información, contactarse con amigos y hasta para comprar productos. Sin embargo, su aplicación en medicina se encontraba con grandes resistencias que, de alguna manera, ralentizaban su avance hasta el pasado 20 de marzo, cuando se decretó el aislamiento.
Desde entonces conceptos como video consulta, recetas electrónicas e historias clínicas digitales pasaron a considerarse como herramientas fundamentales para poder atender las necesidades de la población, que estaba confinada en su casa. Por esa razón comenzaron a implementarse distintos sistemas, que se han ido perfeccionado con el paso de los días, y que mejoraron el acceso a un profesional (siempre dependiendo del caso) o a medicamentos sin necesidad de trasladarse.
Se trata, sin dudas, de avances que no volverán atrás cuando todo esto pase. Sino que se continuará sacando provecho de ellos, no como remplazo, sino como complemento de la atención médica tradicional.
Pasos agigantados
Si bien el concepto de telemedicina no es nuevo, para la provincia su uso estaba restringido solamente para algunos casos. En el sistema público se utilizaba para interconsultas entre colegas, como, por ejemplo, cuando un médico de un centro de salud solicitaba una segunda opinión a un especialista local. Mientras que en el sistema privado en su mayoría estaba abocado a consultas con especialistas de centros de referencia en otros países.
Sin embargo, desde la pandemia todo cambió. "De alguna manera esta situación nos ha llevado a acelerar procesos que venían encaminados, pero a una velocidad tremenda. Hoy la resistencia a la utilización de determinadas tecnologías para atención de los pacientes es mucho menor", comenzó a explicar Andrés Donadi, director de la Clínica de Cuyo.
De hecho, aseguró que la consulta virtual es cada vez más usual pero antes, tanto médicos como pacientes, se mostraban reacios. Además, comenzó a estar regulada por los financiadores (obras sociales o prepagas).
Donadi remarcó que en 60 días se ha trabajado en este sentido para que las herramientas tecnológicas sean cada vez más seguras para el acto médico. "Se hace una selección para saber qué pacientes pueden tratarse de esa manera. No es para una primera consulta sino para seguimiento y control con poblaciones elegidas a través de protocolos", precisó. Tanto es así que en los nuevos consultorios ambulatorios del establecimiento que se inaugurarán próximamente se incorporará un telecentro para este tipo de consultas.
Por su parte, Alejandro Aznar, responsable de la empresa de acompañantes de salud Siempre, comentó que también han avanzado en las consultas virtuales con médicos clínicos, pediatras, ginecólogos y psicólogos. "El Covid-19 viene a traccionar el cambio cultural que requiere la comunidad de profesionales de la salud y los pacientes en este sentido", consideró. En tanto, adelantó que a la par de estos avances viene la implementación del telemonitoreo con dispositivos que permitan controlar parámetros como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, entre otros, a la distancia.
Adaptación al cambio
En el sistema público se había avanzado bastante con sistemas de información y principalmente con la historia clínica digital, pero la pandemia "obligó" a comenzar a implementar la consulta telefónica y por videollamada.
"A partir del aislamiento obligatorio fuimos reconociendo a los grupos vulnerables y armamos herramientas a través del 0-800", recordó Mariana Álvarez, subsecretaría de Planificación y Coberturas Públicas Sanitarias del Ministerio de Salud. En un principio este número telefónico saldaba algunas dudas generales, pero con el tiempo se empezó a perfilar para dar acompañamiento y respuesta sanitaria. "Un operador toma datos y, si lo encuentra necesario, lo deriva a un médico que le hace el triage e inclusive le brinda una consulta telefónica. Se trata de una nueva relación médico paciente que no es presencial pero que cumple la función de dar respuesta en gran medida", expuso.
Pero, además, desde la cartera han implementado un sistema web propio con registro de historia clínica que permite hacer videollamadas. "Si bien en este tiempo muchos profesionales se han comunicado con sus pacientes a través de vías informales (como por ejemplo Zoom o WhatsApp), este sistema es propio y queda un registro oficial del acto médico", explicó Yanina Mazzarezi, directora de Promoción y Prevención de Salud.
Este sistema se estrenó la semana que pasada y está destinado en una primera etapa a pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles. "Los sistemas de información que teníamos nos han permitido tener una base de datos para saber cuáles son las personas que han consultado por este tipo de patologías (diabetes, obesidad, hipertensión, entre otras) en el último tiempo y que, de alguna manera, son más vulnerables", señaló Mazzarezi. Por esa razón, desde el Estado comenzarán a establecer una comunicación con ellas para lograr el seguimiento utilizando la tecnología.
Experiencia médica
A Luis Parra, jefe del servicio de Neumonología del hospital Notti, las consultas virtuales durante la pandemia le han permitido de alguna manera acompañar a sus pequeños pacientes y a sus familias. "En época de distanciamientos y angustias, ha llevado tranquilidad", aseguró. Desde allí han estado en contacto con menores con enfermedades crónicas como fibrosis quística y asma, para quienes el otoño es una época clave por complicaciones con otras enfermedades respiratorias.
Para el médico, cuando todo esto pase no tendría sentido descartar esta herramienta. "Por supuesto, no va a ser la primera elección porque muchas veces uno necesita el contacto con el paciente, revisarlo, mirarlo a la cara. Pero cuando el diagnóstico y las pautas de seguimientos están claras, el control se puede hacer de esta manera y sobre todo para las familias que viven alejadas", remarcó Parra.
Receta electrónica
Además de la teleconsulta, la pandemia oficializó el uso de la receta electrónica, lo que fue de gran uso para todas aquellas personas que toman medicamentos de forma crónica. "El tema de las recetas es algo absolutamente lógico. Es una herramienta que ha hecho que al paciente no le falte la medicación", expuso Andrés Donadi, director de Clínica de Cuyo.
Aseguró que desde allí la tenían contemplada en el sistema pero que no la aceptaban ni los financiadores, ni las cadenas de farmacias. "La pandemia los empujó a tener que aceptarla y, si se trabaja de modo seguro, no debería volverse a la receta en papel o sólo en algunos casos", consideró Dondadi.
En tanto en el sistema público se está trabajando al respecto. "Estamos desarrollando un modelo de prescripción provincial que va a estar pronto a salir", anticipó Federico Baigorria, director de Tecnologías de Información y Comunicaciones del Ministerio de Salud quien aseguró estar trabajando en conjunto con la dirección de Farmacología.