"El contrabajo me encanta. Me gusta mucho la forma que tiene, me parece un instrumento divertido. Además es el instrumento con el que más lejos he llegado, con el que he aprendido un montón. ¡Y con el que me queda muchísimo aún por aprender!", resume con entusiasmo y humildad Juan Carlos Ajalla (15), quien hasta se anima a soñar con un futuro laboral en conjunto con el instrumento de cuerdas.
Y en su felicidad y emoción se resume el de más de 30 chicos de la escuela secundaria César Milstein (El Vergel, Lavalle), quienes integran la orquesta infantil de ese establecimiento rural -dirigida por Marcelo Reinoso-, y quienes cumplirán un sueño este viernes: interpretarán 3 temas junto al cantante Fernando Ruiz Díaz, ex líder de Catupecu Machu y actual voz de Vanthra.
La presentación será parte de la actividad Plus + Arte, que servirá de antesala a la octava edición del Wine Rock en el Valle de Uco. Y que permitirá que se luzcan en el escenario Juan Carlos (de tercero primera) y sus compañeros de la orquesta, entre quienes también están Brenda Badié (16) -de cuarto segunda- y su violonchelo.
“Me gusta mucho la conexión, el compañerismo que hay entre todos los que estamos en la orquesta. Sirve para entender que somos todos capaces y que nada es imposible. Un instrumento te lleva siempre a un lugar de calma y tranquilidad; y no lo cambiaría por nada en el mundo”, resume -también con simpleza- Brenda, quien hace 4 años logró una comunión con el “chelo”, quien comenzó con violín en la orquesta de otra escuela (primaria); y quien retomó las cuerdas tras un paso por la flauta dulce.
"La música se convierte en un vínculo muy fuerte entre chicos de distintas edades y con distintos ritmos de aprendizaje. Y pasa a ser un desafío muy importante. La orquesta nos ayuda muchísimo también a lo que hace la convivencia, a encontrar espacios comunes", acotó a su turno la directora de la escuela Milstein, Silvia Ledda.
"La música no es solo entretenimiento, es un instrumento transformador y que impacta en la trayectoria escolar. Se convierte en un motivador, especialmente para chicos con dificultades de aprendizaje ya que impacta como otra forma de aprender. Y también ayuda a la retención escolar", indicó a su turno la coordinadora del programa de Orquestas y coros infantiles y juveniles de la Provincia, Lilian Giubetich.
Oportunidad
El programa de Coros y orquestas -dependiente de Políticas Socioeducativas de la Doaite (DGE) comenzó en 2011; y actualmente está trabajando con 20 instituciones. "Se trata de escuelas rurales o urbano marginales, a las que -probablemente- la música no podría llegar de otra manera. Y son lugares donde es la escuela lo único que vincula a los chicos, a los amigos y a todo el grupo. La orquesta se convierte en un lugar de pertenencia", indicó Giubetich, quien especificó que en 12 de las escuelas se han conformado orquesta y en 8, coros.
Las locaciones de las escuelas van desde San Rafael hasta Uspallata y Las Catitas. Y la Milstein (escuela rural del secano lavallino) es una de ellas. Por medio del programa de la DGE , muchos de los chicos de la orquesta se subirán pro primera vez a un escenario. Y a tocar junto a un reconocido músico del rock nacional como es Ruiz Díaz.
"Vamos a hacer 'Magia veneno', de Catupecu, que es un tema que me encanta; me parece buenísimo. Y después vamos a hacer otro tema de la nueva banda de él, y vamos a interpretar una versión de 'Cerca de la Revolución', en la que venimos trabajando y ensayando hace un montón", resumió Juan Carlos Ajalla.
El adolescente comenzó en otra orquesta durante la primaria, y ya son 5 los años de pertenencia al programa de Orquestas infantiles. “Lo que más me gusta es que conozco a otros chicos y chicas, hago amigos nuevos y me siento muy feliz”, resumió.
Los padres de Juanca trabajan en la cosecha -de hecho, en ocasiones él también los ayuda-; por lo que no sabe si podrán ir a verlo a la presentación en la bodega. "Igual sé que algunos de los integrantes de mi familia va a ir", aventura. Brenda también está entusiasmada. Y no tiene interés alguno en disimular su emoción. "Me encanta Catupecu Machu. Mi papá lo escucha desde siempre, y ahí me empezó a gustar. Siempre ellos me acompañan y hacen lo posible para poder estar conmigo cuando toco. Porque saben que me encanta la música y me poder seguir estudiando", resumió la joven, quien ya participó de un evento masivo junto a otros compañeros: un concierto de música clásica junto a la Sinfónica de la UNCuyo.
