Micaela cuenta que quiere seguir la carrera de música y por lo visto va en esa dirección. "No conocía los instrumentos, y menos el violonchelo, que es el que ejecuto, pero me fui adaptando. Al principio me costó un poco y ahora ya me he familiarizado con él; me entusiasma interpretar y por eso pienso que podría seguir estudiando más adelante", asegura la joven de 15 años.
Micaela Martínez y 34 chicos más, con edades comprendidas entre los 8 y 17 años, componen la agrupación Pequeños Grandes Músicos del Pedemonte (nombre elegido por ellos mismos), un proyecto musical integrado por la Provincia, a través de la Dirección de Escuelas (DGE) y la comuna capitalina.
La quinceañera contó que se acopló a la formación luego de recibir información preliminar en la escuela a la que asiste, Inmaculado Corazón de María, en uno de los tantos barrios que conforman el conglomerado de La Favorita.
Todos los miércoles en el Gimnasio Municipal N° 5 del barrio La Favorita se escuchan acordes y sonidos especiales. Son los ensayos de la juvenil orquesta, formada por niños y jóvenes del populoso sector del oeste de la ciudad. La paleta instrumental alcanza a violines, violas, cellos o violonchelos y flautas traversas. Aunque no hay maderas ni metales, se asemeja a un conjunto de cámara.
Gustavo Toloba (16, B° Nuevo Amanecer) se enteró de la orquesta en su escuela, donde ya le enseñaban a tocar la flauta. "Me incliné por el violín y por ahora me voy desenvolviendo lo mejor que puedo", sostuvo en medio de las sonrisas de sus compañeros.
Rocío Martínez (11, B° Alea) confesó que le gusta mucho lo que hace. "Aunque siga otros estudios más adelante, me gustaría no separarme de la viola".
Martín Delgado, padre de uno de los chicos, asegura: "Es interesante la actividad y su difusión; nosotros, en ocasiones, somos estigmatizados por delitos que ocurren por aquí, y es bueno también trascender por estas acciones".
Clara Flores (43, barrio Cipolletti), es madre de 2 alumnas, Abigail (14) y Nadia (10). Para ella la orquesta presta un "gran servicio, ya que mantiene a los chicos ocupados. Los padres sabemos con quién y dónde están nuestros hijos".
La batuta
El director actual es Martín Vicente, de 35 años, guitarrista nacido en Rivadavia, pero afincado en Palmira. Martín integra la banda Big Band Blas Blotta como ejecutante del instrumento de cuerdas y el charango. En el grupo del oeste sus funciones son las de conducir y de arreglador, ya que muchas interpretaciones, clásicas o populares, pasan primero por su adaptación a las posibilidades del grupo.
"Nuestro repertorio -dice el titular de la batuta- es clásico, popular y música popular argentina. Nos adecuamos a las posibilidades que disponemos, que alcanza a violines, violas, cellos o violonchelos y flautas traversas".
La novel formación surgió de la adecuación de un proyecto provincial, a través de la Dirección General de Escuelas, y el municipio capitalino, que se hace cargo del pago del sueldo de los docentes y brinda las instalaciones para los ensayos.
Un profesional de la música como Fernando Rule, secretario técnico de la Orquesta Filarmónica de Mendoza, opina que "estas organizaciones de personas jóvenes son tan importantes como los elencos estables de adultos, porque actúan positivamente en la formación social, espiritual y colectiva del alumno, en la etapa de mayor creatividad de la persona".
Asimismo, el experto inspector de la agrupación provincial concede a estos sistemas musicales "un aporte en la solución de los problemas educativos y de seguridad, además de contribuir firmemente a la interrelación de los integrantes y los barrios, y sirven tanto como la práctica deportiva".
La última vez que estos chicos se presentaron ante el público fue para el Día del Empleado Municipal, en el microcine de la Municipalidad. En esa ocasión interpretaron "Minueto en Sol Mayor", de Juan Sebastián Bach, una chacarera y "Manuelita", de María Elena Walsh.
Ahora, los pibes están en plena etapa de ensayo, combinando la música con los horarios de estudio y el necesario tiempo libre para juegos y esparcimiento. La reapertura de sus presentaciones se producirá muy pronto. Recorrerán varias escuelas y colegios radicados dentro del perímetro de los barrios del oeste. No se descarta, inclusive, efectuar una audición junto con la Orquesta Municipal, que conduce el maestro Néstor Longo, ofreciendo un tributo a la cantautora María Elena Walsh, en escenario a determinar.
La rutina del conjunto es tomar clase, 2 veces por semana, con profesoras en los diversos instrumentos que utilizan y posteriormente los juveniles asisten a las prácticas orquestales. El equipo se completa con las profesoras María Britos, en violín; Marina Pena, en viola; Laura Bengolea, en cello, y Lucila Crissman, en flauta. La secretaria de la orquesta es María Ester "Cucki" Argüello.
Marina Pena (31), docente, dijo sentirse "muy entusiasmada por pertenecer al proyecto con chicos y adolescentes de esta zona".
Antecedente venezolano
La instrucción y la práctica colectiva de la música en orquestas infantiles y juveniles es ya una actividad muy extendida en el mundo, y por supuesto en nuestro país también.
Un antecedente reconocido en la materia es el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles de Venezuela, que el año pasado cumplió 40 años de vigencia.
El 12 de febrero de 1975 el maestro José Antonio Abreu reunió a 12 jóvenes con el sueño de sistematizar la instrucción de la música a través de formaciones orquestales, como canal de organización social y de desarrollo humanístico.
Cuatro décadas después, la experiencia cuenta con más de 620 mil alumnos a nivel nacional, que se desempeñan en 1.200 orquestas y 372 coros.
