Hace casi 128 años Vincent Van Gogh se cortó la oreja izquierda, en Arlés, Francia. Fue en diciembre de 1888. Desde aquel entonces y con mayor fuerza luego de su muerte, la anécdota y el estado psicológico del genio son motivo de estudio.Lo cierto es que las especulaciones hablaban de una mutilación de sólo el lóbulo, otras de la oreja entera, basados en diversos escritos de la época.
Según The New York Times la autora e historiadora aficionada Bernadette Murphy descubrió en un archivo estadounidense un documento que podría resolver el enigma. Una carta escrita por Félix Rey, un médico que trató a Van Gogh en el hospital de Arlés, con un dibujo de la oreja mutilada donde se muestra que el artista se la cortó por completo.
La misiva y el dibujo serán parte de la exposición "On the Verge of Insanity" del Museo Van Gogh de Amsterdam que estará abierta hasta el 25 de setiembre. Acompañarán documentos inéditos para el gran público junto con objetos que dan cuenta de la enfermedad mental de Vincent. La exposición también incluirá unas 25 pinturas y otros objetos como un revólver corroído que el pintor pudo haber utilizado para matarse, según los funcionarios del museo.Así intentarán dilucidar los últimos años de su vida desde el incidente de la mutilación de la oreja hasta el 29 de julio de 1890, cuando se suicidó en Auvers-sur-Oise, Francia.
"En realidad, éste es el comienzo de una nueva serie de muestras pequeñas y enfocadas, que sólo ocuparán un piso del edificio, pero permitirán que demos a los visitantes mucha más información sobre la vida de Van Gogh", dijo Nienke Bakker, curadora de esta exposición. "Nos parecía que sería el tema perfecto para comenzar". Bakker dijo que la mayoría de los visitantes del museo quieren saber los detalles de la vida de Van Gogh: "Las tres preguntas que se hacen con más frecuencia son: qué pasó con su oreja, qué tipo de enfermedad tenía y por qué se suicidó".
Bakker piensa que se trataba del comportamiento inconsciente y delirante que se convirtió en algo característico de las crisis nerviosas del artista. Van Gogh no recordaba los sucesos cercanos a su incidente con la oreja, y afirmaba que el recuerdo de sus acciones durante las crisis, habitualmente era vago.
En el hospital, después del episodio de la oreja, se mostró avergonzado al saber lo que había hecho e inmediatamente se puso bajo el cuidado de Rey, el médico de Arlés."Hemos estudiado todos los diagnósticos que se han propuesto en los 126 años que han pasado desde su muerte", dijo Bakker.
"Desde luego, es muy difícil diagnosticar, durante tanto tiempo, a una persona muerta. Sabemos cuáles eran los síntomas porque los describía en sus cartas. En ellas decía que tenía alucinaciones, que hablaba incoherentemente y no sabía qué estaba haciendo".
También se exhiben por primera vez un informe policíaco sobre el incidente en Arlés y una petición de los vecinos de Van Gogh en 1889, en la que le solicitaban al alcalde de la ciudad que internaran al artista. La carta de Rey con el dibujo de la oreja mutilada se expondrá junto al retrato del médico que el artista pintó en enero de 1889 y que le regaló como agradecimiento por sus cuidados.