Con mayor o menor gradualismo, el ajuste que el gobierno nacional se ve obligado a acelerar repercute en cada provincia. En el caso de Mendoza, por tratarse de un territorio gobernado por un aliado presidencial, este tipo de medidas siempre es mirado con cautela y cuando se deben efectuar advertencias, como en la actual instancia, los más temperamentales prefieren contar hasta diez antes de emitir algún comentario que pueda generar malestar en el ámbito nacional.
En el gobierno de Cornejo dicen que éste ya dio la mayoría de los pasos que piden ahora desde la Nación y consideran que, al contrario, son una suerte de espejo y ejemplo de lo que ahora con urgencia se plantea desde la Casa Rosada. Incluso, aseguran que muchos aspectos contemplados en las exigencias actuales fueron conversados en su momento por Cornejo y las autoridades nacionales.
Sí admiten que faltan 1.200 millones de pesos para la concreción del plan de obras de este año, pero, como ya indicaron desde el Gobierno días atrás, esperarán que pase un poco el actual temporal económico para encarar una nueva deuda.
En el Ejecutivo consideran que el nuevo ajuste pretendido desde la Nación “nos encuentra bien parados”. Señalan que esta etapa permite comprobar que en Mendoza “actuamos con timing”, es decir, con la celeridad que la situación financiera de la Provincia exigía y, en parte, avizorando los pasos que se podían dar desde la Nación.
De todos modos, señalan en el entorno del Gobernador que sí genera alguna diferencia que se aluda directamente al equilibrio fiscal de las provincias para justificar el ajuste, por entenderse que el déficit nacional incumbe al Estado (nacional y provinciales) en su conjunto. Y en este último aspecto se apunta al tercio de esa situación que genera la problemática previsional.
Se puede decir que en el Gobierno abrieron el paraguas con recursos propios para políticas de vivienda anticipándose a los casi seguros recortes de partidas que están destinadas al financiamiento de los planes de vivienda que se llevan a cabo en las provincias.
En cuanto al comportamiento del dólar en los últimos días, dicen en el gobierno local que la actual cotización “es mejor” para la economía de Mendoza, pese a que hay deudas en dólares que no se pueden dejar de contemplar.
Dejando de lado la situación puntual de Mendoza, en el entorno de Cornejo comentan, no obstante, que no será del todo sencillo cumplir con las metas impuestas por el Fondo Monetario Internacional para el próximo año. Se da por descontado que el organismo exigirá mayor reducción del gasto y crecimiento y, posiblemente, un tipo de cambio más alto que el actual.
En lo político, a Cornejo y al resto del radicalismo nacional le preocupa seriamente la gobernabilidad en el país. Entienden que el estado actual del peronismo, en medio “de un gran desorden”, no sirve para intentar llegar a acuerdos. No observan interlocutores claros. Si bien se trata de un escenario que a priori facilitaría las cosas desde el punto de vista electoral, de ninguna manera asegura el más mínimo marco de gobernabilidad que hoy está necesitando el gobierno de Cambiemos.
Y si bien hubo aval y respaldo institucional de la mayoría de los senadores al Presidente, en la reunión del lunes, es criticada en Cambiemos la actitud de gobernadores justicialistas que esta vez no hicieron mucho por intentar incidir entre los legisladores que representan a sus provincias para evitar que se precipitara el debate de la ley tarifaria impulsada por la oposición. Dicen los diputados del radicalismo que el reciente escenario de devaluación no permite fácilmente retrotraer las tarifas de servicios públicos al 17 de noviembre sin que las provincias, fundamentalmente, tengan que soportar una pronunciada sangría.
El mismo escenario preelectoral nacional se traslada a Mendoza, donde recientemente los bloques del PJ se partieron entre kirchneristas y los que responden a la conducción partidaria y, por lo tanto, a los intendentes. Sin embargo, en el Gobierno creen que los “pocos votos” que necesitan para superar a la oposición no dificultaría tanto cumplir con los objetivos que vaya trazando de ahora en más Cornejo en el segundo tramo de su gestión.
El aún lejano presupuesto para 2019 es uno de los objetivos que el gobierno local pretende consensuar para su aprobación.
Por su parte, voces mendocinas oficialistas en el Congreso destacan que las medidas y expectativas anunciadas durante la semana por el Presidente y colaboradores van en línea con el afán de corrección de un nuevo error de diagnóstico de los funcionarios de las áreas económicas del gobierno nacional, si es que realmente existió tal diagnóstico, o se trató de algún tipo de impericia de gestión que también fue denunciada tanto por legisladores opositores como por analistas económicos.
Los anuncios por los ajustes a implementar en el marco del nuevo acuerdo con el FMI se complementaron con el refuerzo del ala política del gobierno nacional, que recuperó para su mesa chica de diálogo y asesoramiento, entre otros dirigentes y funcionarios, al mendocino Ernesto Sanz, co-fundador de Cambiemos y gran impulsor desde el radicalismo de la consolidación del espacio que ahora gobierna el país.
Sanz aceptó gustoso el pedido que le hicieron en nombre del radicalismo Cornejo y el jujeño Morales para que se sumara nuevamente al entorno de asesoramiento presidencial. El ex senador nacional dio así por superada la ofensa que le significó haber quedado al margen de la consideración del macrismo durante mucho tiempo.
Si bien Cornejo, en su condición de titular de la UCR, hubiese sido el candidato lógico para ocupar ese lugar, ahora que el macrismo se decidió por la apertura a los dialoguistas y políticos propios y socios de la coalición, el Gobernador pretende priorizar en adelante la segunda parte de su gestión en la provincia y también dedicarse a un tema no menor: su sucesión.
“Hasta ahora he estado part time, pero si es posible pretendo seguir ahora full time en la provincia”, se le escuchó decir a Cornejo entre sus colaboradores, dejando en claro que, por lo menos en lo que resta de este año, su prioridad será la provincia. Ya habrá tiempo para pensar en su proyección nacional.
No faltan voces que aseguran que tanto Cornejo como los restantes gobernadores radicales y encumbrados dirigentes del partido no ven del todo claro el panorama nacional y priorizan la toma de recaudos en sus provincias. Es que si la estabilidad del vuelo piloteado por Macri no llega pronto, las dudas desde el punto de vista electoral se incrementarán y, por lo tanto, toda posibilidad de desdoblamiento en la convocatoria a las urnas el año próximo irá en aumento.