La oposición intentará hoy tomarse revancha tras la fallida sesión del miércoles pasado (en la que por dos votos no consiguió el quórum) y a partir de las 11 buscará reunir los 129 diputados necesarios para discutir las tarifas de los servicios en sesión especial.
El lunes el Gobierno nacional procuró descomprimir la situación exhortando a las provincias a disminuir la presión impositiva local en lasfacturas de los servicios públicos. Ahora avanza con un proyecto de ley en ese sentido.
La sesión especial fue pedida por distintos bloques opositores para debatir más de veinte iniciativas para atenuar los efectos del aumento de las tarifas. Los proyectos opositores van desde impedir que suban más allá de los salarios (bloques Argentina Federal y Frente Renovador), hasta retrotrae las facturas a enero de 2017 y congelar las tarifas hasta el 31 de diciembre de 2019 (bloque kirchnerista). La izquierda propone la nacionalización de las empresas de energía.
La semana pasada por casi una hora hubo 127 diputados opositores en sus bancas, a la espera de dos parlamentarios que le permitan alcanzar el quórum requerido para una sesión especial. El salteño Alfredo Olmedo, un aliado de Cambiemos, fue el diputado 128 en gran parte de la espera, pero al final se retiró del recinto, tras conversar con el cordobés Javier Pretto (PRO).
Momentos después ingresó al recinto otro diputado con el que, de haber permanecido Olmedo en su banca, la oposición hubiese logrado el quórum.
Los bloques opositores del Frente Renovador, Argentina Federal y el kirchnerista Frente para la Victoria, además de la izquierda, prometieron hoy sentar los diputados suficientes como para alcanzar los 129 presentes.
Al llegar a ese número, el bloque de Cambiemos irrumpirá en el recinto. La oposición, entonces, se encontrará con otra traba: por tratarse de una sesión especial, deberá contar con las dos terceras partes de los votos presentes para discutir los proyectos, umbral que la oposición no alcanzará esta vez y deberá insistir en su pedido de sesión especial.
El proyecto del oficialismo
Con la oposición abroquelada, el oficialismo planea dar pelea: ayer trascendió que el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, presentará un proyecto en el que pone límites a los impuestos y tasas provinciales y municipales sobre los servicios públicos.
Un párrafo del proyecto señala que "las facturas de los servicios públicos esenciales deberán contener exclusivamente los cargos por el consumo realizado por el usuario, incluyendo solo el impuesto al IVA e Ingresos Brutos, si correspondiera" y "no se podrá incorporar en la facturación cualquier otro cargo, tasa o concepto".
La propuesta oficialista indica que los entes tanto públicos como privados deberán adecuar sus facturas en un plazo máximo de 30 días desde la promulgación de la ley.
El proyecto fue consensuado ayer en una reunión coordinada por el jefe de gabinete Marcos Peña, y de la que tomaron parte Pinedo, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, el jefe de los diputados del PRO, Nicolás Massot, y la vicepresidenta Gabriela Michetti.
No será un texto sencillo de consensuar porque de aprobarse la iniciativa, gobernadores e intendentes enfrentarán una reducción de de recursos.
La propuesta de la Casa Rosada atuvo dispar recibimiento entre los gobernadores.
"Este gobierno tiene mucha habilidad para trasladarle el costo político a los gobernadores. Lo hizo con la reforma previsional y lo hicieron ahora con las tarifas", dijo el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz.