La oposición venezolana se manifestó ayer en las calles para presionar por una consulta popular que pregunte por la revocación del mandato presidencial de Nicolás Maduro, a la vez que llamó a los militares a hacer respetar la voluntad popular advirtiendo que no quiere un golpe de Estado.
En respuesta a un llamado del ex candidato presidencial Henrique Capriles, medio millar de opositores se concentraron frente a una Corte del este de Caracas para rechazar su decisión de restringir las protestas frente al Consejo Nacional Electoral (CNE), ante el cual se tramita el revocatorio.
“No hay ninguna sentencia, ni medida, ni nada que nos impida ir al CNE a exigir respeto a la Constitución”, dijo Capriles desde una tarima instalada frente a la corte que adoptó la medida. No hubo un gran despliegue de seguridad y el acto terminó con normalidad.
Las manifestaciones ante los tribunales fueron convocadas en una veintena de ciudades. En el oeste de Caracas, policías y militares con equipos antimotines aumentaron su presencia en dos vías de acceso al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), aunque no hubo movilizaciones hacia ese sector.
La medida ordena a la fuerza pública resguardar las instalaciones del CNE de "protestas no autorizadas".
Ondeando una bandera grande de Venezuela, los manifestantes exhibieron carteles que denunciaron la grave escasez de alimentos y medicamentos.
"Seguir con la presión de calle y actos como estos suman. Yo marcho con temor pero lo hago. Si no fuera por la fuerza de las armas, no tendrían nada", declaró Daniela Huizi.
Durante mayo, los partidarios de la mesa de la Unidad Democrática (MUD) -que controla el Parlamento- intentaron dos veces sin éxito marchar hacia la sede central del CNE en Caracas, al ser bloqueados por piquetes policiales y militares.
Su objetivo era exigir al CNE -según la MUD controlado por el gobierno- no dilatar la revisión de unas firmas entregadas el 2 de mayo para activar el referendo, primer paso de un largo y complejo proceso. Esa fase culminará el 2 de junio. Capriles, con una gorra tricolor y acompañado de diputados y alcaldes, señaló a los militares que la oposición no quiere un golpe de Estado contra Maduro, sino una consulta para revocar su mandato.
“Está llegando la hora de decidir si están con la Constitución o están con Maduro. Nosotros no queremos golpe, queremos que ustedes defiendan la Constitución”, dijo.
Las movilizaciones son consideradas por la MUD su principal arma de presión para el referendo contra Maduro, elegido por seis años hasta 2019, y quien considera “inviable” el mecanismo.
“La única alternativa que tiene la oposición para presionar por el referendo es la manifestación pacífica de calle, junto con la presión internacional”, dijo el politólogo Héctor Briceño.
La marcha del 11 de mayo reunió a un millar de personas, y una semana después el número se duplicó.
Estas modestas cifras llaman la atención considerando que siete de cada diez venezolanos apoya un cambio de gobierno, según la firma local Datanális.
“Sabemos que la mayoría está a esta hora en cola para conseguir comida, medicinas”, afirmó Capriles en su discurso.
Con 6 detenidos más, los presos políticos ya son 96
Una jueza de Venezuela impidió ayer que fueran puestas en libertad seis personas, entre ellas el jefe de seguridad del presidente del Parlamento, presas desde el jueves pasado en dependencias del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) sin que se les hayan formulado cargos. Lo dispuso así la titular del Juzgado Cuarto de Control, María Magdalena Díaz.
Uno de los seis presos es el comisario Coromoto Rodríguez, jefe de seguridad del presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), el opositor Henry Ramos Allup. El gobierno responsabilizó a los seis arrestados por la agresión a una agente de policía en el contexto de una protesta callejera de la oposición.
Con esos arrestos en Caracas y otros cinco en el estado Zulia aumentó a 96 la cantidad de opositores presos en Venezuela, afirmó el director de la ONG Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, en su cuenta de Twitter.