Por José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar
No fue un dato menor que el Gobernador bajara decibeles en su disputa inocultable con la Justicia. En el acto de asunción de su hombre para la Suprema Corte, José Valerio, el titular del Ejecutivo dio una clara señal de que estaría dispuesto a encarar con otra estrategia su puja por uno de los propósitos que más lo motivan: lograr que los jueces sean más eficientes y, puntualmente, constituyan un eficaz soporte en el combate contra la inseguridad.
No se vislumbra un cambio de postura de Alfredo Cornejo, sino de forma de encarar su camino hacia esa meta de mayor eficacia en los tribunales.
El jefe del Ejecutivo tuvo que soportar en los días previos dos decisiones: una del Jury respecto del fiscal Sidoti y la de la Suprema Corte al liberar al ex intendente Salgado, que él tal vez haya sentido como puntos en contra en su pulseada política. Fueron detalles que, según sus allegados, escaparon a su control o percepción y que posiblemente lo hayan llevado a recapacitar sobre la necesidad de consensuar antes que recibir golpes innecesarios.
En efecto, así como hace pocas semanas Cornejo debió recurrir al diálogo con los intendentes peronistas para destrabar el Presupuesto 2017, en su relación con la Justicia parece haber elegido una posición similar. El jueves, en la asunción de Valerio, hubo una sana invitación del Gobernador a los magistrados a realizar una “autocrítica histórica y ponernos adelante del problema, con el afán de solucionarlo, no de pelearnos”. Música para los oídos de jueces supremos prevenidos por lo que muchos consideran, de acuerdo con las actitudes y gestos previos, de una intentona de colonización del poder político al judicial.
Las palabras del mandatario provincial fueron claras en ese sentido. “Si yo quisiera manejar el Poder Judicial hubiera propuesto personas del riñón de la política, de donde yo provengo, pero he buscado funcionarios judiciales por los cuales tengo simpatía”. Cabe aclarar, no obstante, que la mencionada simpatía que Cornejo dice sentir por Valerio y el procurador general Gullé, a los que promovió con éxito en este primer año de gestión, se sustenta en que responden al pretendido cambio en el funcionamiento judicial que quiere imponer.
En ese sentido, el Gobernador dejó su semilla en el terreno que quiere transformar. “Los cambios no se hacen empujando; se hacen persuadiendo en democracia, consensuando, y la mejor forma es con gente que provenga del propio Poder Judicial, que conozca sus procedimientos, su cultura organizacional” y que “tenga vocación de cambio”, la definición del jefe del Ejecutivo al explicar por qué eligió a Gullé y Valerio para las funciones que ahora ambos llevan a cabo. Está claro, por consiguiente, que Gullé y Valerio son los que “persuadiendo y consensuando” pilotearán sí o sí la reforma tan mentada.
Cornejo sí fue enérgico al condenar la actitud de la fiscal Orozco, que dejó su cargo con licencia por enfermedad pero se fue de vacaciones y ninguno de los asistentes a la ceremonia en el salón de actos de tribunales se sintió mal por ello. Al contrario, una muestra de ineficiencia de tal envergadura difícilmente merezca algún tipo de contemplación y de ese criterio se toma Cornejo cuando plantea que antes de aceptar el pedido de renuncia para jubilarse que efectuó la fiscal Orozco, se inclina por insistir con la actuación del Jury de Enjuiciamiento para evitar que la referida magistrada acceda a la jubilación con todos los beneficios previsionales que tienen los magistrados intactos.
Miradas por el Pro y el PJ. No pasó inadvertida la cena que organizó el Pro con el argumento de despedir el año. Acudió una importante cantidad de asistentes. Entre ellos, las principales figuras políticas mendocinas que, si bien forman parte de un mismo espacio, en este caso fueron gustosos al convite que hizo el lujanino, líder del partido macrista en la provincia y desde hace varios años cercana figura al actual Presidente de la Nación.
Obviamente, De Marchi y toda la conducción macrista local expresaron su satisfacción por las mil personas que asistieron y porque la presencia del Gobernador, de los titulares de ambas Cámaras legislativas, los presidentes de los bloques del oficialismo, ministros y varios intendentes marcaron el respaldo del radicalismo a un socio político que no se conforma con ser menor aquí.
Comentan en el Pro que el frente Cambiemos (macrismo, radicalismo y Coalición Cívica, básicamente) tiende a consolidarse en esta provincia. Nada hace pensar, por el momento, de cara al año electoral próximo a iniciarse, que se pueda hablar de algún tipo de fisura. Sí se sabe que el cornejismo, fiel al estilo de conducción de su líder, no mira con mucho disimulo el crecimiento de su principal socio político.
En cuanto al justicialismo, su reordenamiento tiene en estos días una buena prueba con la selección de dirigentes llamados a conformar la Inspección General de Seguridad y lugares reservados a la oposición en los directorios del Casino y de la empresa de agua y saneamiento, Aysam.
Conocidos los nombres de quienes serían propuestos, trascendió que hay algún ruido interno.
Comentan que, a pesar de su reciente éxito en la interna de Las Heras, hay gente en el PJ que no acepta que el ex vicegobernador Ciurca, al que siguen definiendo en el peronismo como uno de los grandes derrotados en las elecciones de 2015, esté libremente habilitado para promover funcionarios. De su lado salió a la luz la nominación de la ex senadora Claudia Torres.
Tampoco habría mucho conformismo con la postulación para el Casino que se le atribuye a Patricia Fadel, Alejandro Jardón. Están los que opinan que para dicha función hay en el justicialismo gente con más roce y trayectoria en ese tipo de gestión.
De todos modos, al margen de estas diferencias, dirigentes de las distintas corrientes salen ya este mes a caminar y visitar afiliados para ver con qué tipo de apoyo cuentan de cara al año electoral venidero.