La ONU buscará recuperar la iniciativa mañana en Ginebra sobre Siria, frente a la hiperactiva diplomacia de Rusia, que se impuso como actor imprescindible de la solución del conflicto iniciado hace seis años.
El mediador de la ONU, Staffan de Mistura, que ya organizó sin éxito siete ciclos de negociaciones intersirias en Ginebra desde 2016, tendrá al menos esta vez la satisfacción de ver a las diferentes partes de la oposición siria presentar una sola delegación frente a los representantes del gobierno.
Reunidos en Riad, los opositores lograron después de tres días de discusiones formar un comité unificado que incluye a opositores moderados, tolerados por el gobierno sirio.
Los pertenecientes a la línea dura contra el gobierno prefirieron retirarse antes que renunciar a exigir la salida del presidente sirio Bashar al Assad, como condición para cualquier solución del conflicto.
Hasta ahora todas las negociaciones políticas fracasaron en ese sentido.
Para el gobierno sirio, desde ningún punto de vista debe discutirse el futuro del jefe del Estado. Sin embargo está dispuesto a aceptar una nueva Constitución y la organización de elecciones legislativas bajo supervisión de la ONU.
Debido a sus victorias militares frente a los rebeldes y los yihadistas, gracias a la ayuda determinante de Rusia, el gobierno está ahora mucho menos interesado en hacer concesiones en Ginebra.
De Mistura es consciente de ello. En septiembre, pidió a la oposición siria ser “muy realista para entender que no ganó la guerra”. Y este “optimista incorregible”, como él mismo se define, espera lograr reunir finalmente en torno a la mesa a los delegados de ambos bandos que siempre rechazaron hablar frente a frente.
Triunfo de Rusia
Si este octavo ciclo de negociaciones logra por fin sacar el conflicto del bloqueo político, será ante todo una victoria de Rusia.
Frente a la apatía de la mediación de Naciones Unidas y la inacción estadounidense después de la elección de Donald Trump, el presidente ruso Vladimir Putin incrementó con éxito sus iniciativas diplomáticas y militares, con la ayuda de Irán, apoyo del gobierno sirio, y de Turquía, apoyo de los rebeldes.
Siete reuniones entre la oposición y el gobierno se han realizado en Astana (Kazajistán) y cuatro zonas de “distensión” fueron instaladas en Siria, allí donde la ONU fracasó.
En una cumbre el jueves en Sochi, en el suroeste de Rusia, el presidente Putin se reunió con los presidentes iraní y turco con la idea de celebrar un “Congreso de Diálogo Nacional” sirio en Rusia que reúna a todos los actores del conflicto.
Pero cuidadoso de no herir las susceptibilidades del mediador de la ONU, Putin subrayó que el Congreso debe servir de “estimulante” para el proceso de Ginebra.
Para Fiodor Lukianov, presidente del Consejo para la Política Exterior y de Defensa, los resultados de la cumbre de Sochi tendrán inevitablemente influencia en las discusiones de Ginebra.
Los bombardeos mataron ayer al menos a 53 civiles
Damasco. Dos ataques de aviones no identificados en la periferia de Damasco, la capital de Siria, y en una localidad de la provincia nororiental de Deir Ezzor, causaron al menos 53 muertos, en su mayoría civiles y muchos menores de edad, según una organización pro opositora.
Los ataques aéreos, que según la organización Observatorio Sirio de Derechos Humanos fueron obra de la aviación rusa aliada del gobierno sirio, tuvieron como objetivo la población de Al Shaafa, ubicada al este del río Éufrates, en la provincia de Deir Ezzor.
Esa organización, afín a la oposición siria armada y con sede en Londres, informó que estos bombardeos mataron a 34 personas y destacó que muchos de los heridos están graves y que aún hay desaparecidos que no se sabe dónde están.
Estos aviones no identificados estuvieron bombardeando de manera sistemática las zonas de Deir Ezzor controladas por la milicia extremista Estado Islámico (EU) durante los últimos tres días. En total, el Observatorio estimó que 66 personas fallecieron en estos ataques aéreos.
Tras una avanzada constante que incluyó varias victorias claves, las autoridades sirias controlan más del 52% de la provincia de Deir Ezzor, incluidas las principales ciudades de la región: la capital homónima, Al Bukamal y Al Mayadín.
Mientras los combates en esta zona se intensifican, el Observatorio denunció que otros 19 civiles murieron y cerca de una decena resultaron heridos por otra campaña de bombardeos aéreos y de ataques de artillería del Ejército contra la región de Guta Oriental, uno de los pocos bastiones de la oposición en la periferia de Damasco. Guta Oriental es una de las zonas en tregua incluidas en el acuerdo auspiciado por Rusia, Turquía e Irán.
Los temas centrales de las tratativas de paz
Esto es lo que está incluido en los cuatro temas de la agenda:
Gobernanza: La Resolución 2254 llama a establecer una gobernanza "creíble, inclusiva y no sectaria" en Siria. El opositor Alto Comité de Negociaciones insiste en que la gobernanza significa "transición política" y de manera específica aboga por sacar del poder al presidente Bashar al Assad.
Nueva constitución: Un objetivo principal de las próximas negociaciones es la nueva Constitución siria, según Naciones Unidas. Ni el gobierno ni la oposición han detallado sus visiones de la Constitución, pero han discutido algunas ideas sobre el tema con Mistura.
Elecciones supervisadas: El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas había pedido inicialmente que se realizaran a mediados de 2017 elecciones según "los más altos estándares internacionales de transparencia y responsabilidad ... bajo supervisión de Naciones Unidas".
Cuando se superó la fecha inicialmente planeada, Naciones Unidas afirmó que hacer avances en materia de planes para elecciones en Siria será otro de los puntos fundamentales en las negociaciones de esta semana.
Terrorismo: El régimen sirio había insistido a inicios de este año que se incluyera en la agenda oficial este tema del terrorismo, que no fue mencionado en la Resolución 2254.
Bashar Al Jaafari, jefe negociador del régimen de Asad, se refiere con frecuencia a los representantes de la oposición como “terroristas”.
La oposición dice que abordar el tema del terrorismo es una forma de evitar hablar de Asad y las elecciones.
Los actores
Los principales actores del conflicto:
Gobierno y aliados: El ejército sirio, que tenía 300.000 hombres en sus unidades combatientes en 2011, perdió la mitad de sus efectivos.
Tiene el apoyo de 150.000 a 200.000 milicianos. Rusia, aliado de peso del gobierno de Damasco, opera desde septiembre de 2015 en su apoyo.
Rebeldes: Al principio del conflicto, los rebeldes se agruparon bajo el nombre de Ejército Sirio Libre (ASL). Tras múltiples reveses, ya no tienen mucho peso.
Ahrar al Sham, grupo de inspiración salafista, era uno de los más poderosos.
Jaish al Islam es el más importante grupo rebelde en la región de Damasco.
Yihadistas: Las dos principales fuerzas yihadistas rivales son el grupo Estado Islámico (EI) y el grupo Fateh al Sham.
Kurdos: Reprimidos durante décadas, los kurdos aprovecharon la retirada del ejército sirio para establecer una administración local en el norte del país.
Controlan 28% del territorio, donde vive casi 16% de la población, y las tres cuartas partes de la frontera con Turquía.