La ONU exigió a Israel solucionar crisis en Jerusalén

El Consejo de Seguridad lo emplazó para que antes del viernes resuelva la situación en la Explanada de las Mezquitas. Comienzan a retirar detectores de metales.

La ONU exigió a Israel solucionar crisis en Jerusalén

Naciones Unidas advirtió ayer que la crisis a raíz de las nuevas medidas de seguridad israelíes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén debe ser resuelta antes del viernes, ante el peligro de una escalada de la violencia.

"El peligro en el terreno se incrementará si entramos en otro ciclo de oraciones (musulmán) del viernes sin una resolución a la crisis actual", advirtió el emisario de la ONU para Oriente Medio, Nickolay Maldenov, tras una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU.

La crisis también fue tratada por teléfono por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el rey Abdalá II de Jordania.

Estados Unidos envió ayer  a Israel al alto consejero del presidente estadounidense, Donald Trump, Jason Greenblatt, para tratar de rebajar las tensiones en la zona, en aumento a raíz de las medidas de seguridad que Israel decidió imponer en la explanada de las Mezquitas, que los judíos denominan Monte del Templo, ubicada en Jerusalén Este.
Israel instaló detectores de metales en las entradas del complejo, que alberga la mezquita Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, después de que dos policías israelíes murieran en un ataque el pasado 14 de julio.

Empero anoche el director de la mezquita Al Aqsa, Omar Kiswani, informó que el gobierno israelí comenzó a retirar los detectores de metales de la Explanada.

'Importancia crucial'

Los palestinos interpretaron esta medida como un movimiento de Israel para reforzar su control sobre el lugar, del que controla los accesos, y modificar el statu quo en vigor desde hace décadas, según el cual los judíos solo pueden acceder a ciertas horas y no pueden rezar allí.

"Es de crucial importancia que el statu quo sea preservado en Jerusalén", señaló Mladenov en Nueva York, que explicó haber instado a los miembros del Consejo de Seguridad a usar su influencia sobre Israel y sobre los palestinos para desactivar la crisis.

Antes de esta reunión, el embajador israelí en Naciones Unidas afirmó que el objetivo de su país era el de “calmar la situación” permitiendo el acceso al lugar santo, pero también el de “mantener la seguridad en este importante lugar”.

El domingo, responsables israelíes dijeron mostrarse dispuestos a una modificación del polémico dispositivo.

Por su parte, el embajador palestino, Riyad Mansur, acusó a Israel de "poner obstáculos en el camino de los fieles" musulmanes.

Según él, el Consejo de Seguridad -que debe reunirse una vez más para tratar el conflicto árabe-israelí- debe exigir la retirada de los detectores de metales “en su totalidad y sin condiciones”.

Jugar con fuego

El presidente turco Recep, Tayyip Erdogan, mostró su enfado el fin de semana por las medidas de seguridad israelíes, a las que había calificado de insulto al mundo musulmán, y ayer acusó a Israel de violar el derecho internacional. El jefe de la liga árabe, Ahmed Abul Gheit, acusó también a Israel de "jugar con fuego".

Jordania, país que custodia los lugares sagrados musulmanes en Jerusalén, insistía en interrogar al guardia de seguridad de la embajada de Israel en Ammán, que según fuentes israelíes mató a tiros a un atacante jordano el domingo por la noche, matando a la vez a otro jordano, al parecer por accidente.

Israel insistió en que el guardia goza de inmunidad diplomática y estaba solicitando el regreso a casa.

En una conversación telefónica con Benjamín Netanyahu, el rey Abdalá II reiteró la exigencia de Jordania de que Israel retire todas las recientes medidas de seguridad en la Explanada de las Mezquitas, según un comunicado oficial jordano. Jordania es el país que custodia los lugares sagrados musulmanes en Jerusalén.

El rey reiteró la "necesidad de encontrar una solución inmediata y eliminar las razones que provocaron la crisis en curso en la Explanada de las Mezquitas", según el comunicado.
Los dos líderes mantuvieron una conversación previa el 16 de julio, dos días después del mortal tiroteo en el lugar.

El jefe del servicio de seguridad interior israelí (Shin Bet), Nadav Argaman, se desplazó ayer a Ammán para gestionar la situación, indicó el Shin Bet.

Según la oficina de Netanyahu, las negociaciones con Ammán se desarrollaron en una "atmósfera de cooperación" y "Jordania no pidió que el regreso del guardia (a Israel) esté condicionado a la retirada de los detectores de metales en el Monte del Templo".

Ayer, la policía israelí comunicó además que un palestino apuñaló a un árabe israelí en las afueras de Tel Aviv, antes de ser detenido.

El gobierno judío acusó al presidente Abbas

Israel acusó ayer al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, de alentar la actual oleada de violencia terrorista y pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que lo presione para que abandone esa postura.

“No necesitamos más declaraciones cuidadosamente redactadas pidiendo calma. El Consejo debe demandar verdaderas acciones a Abbas, hacerle abandonar su apoyo al terrorismo”, dijo el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon.

El diplomático se pronunció así antes de que el Consejo de Seguridad se reuniera hoy de urgencia para analizar la crisis en torno a la Explanada de las Mezquitas y la violencia que ha desatado. Danon compareció ante los periodistas junto a una fotografía del ataque del pasado viernes en la colonia de Halamish en el que fueron asesinados tres israelíes y culpó a las autoridades palestinas.

“En lugar de condenar este acto de terrorismo y calmar la situación, los palestinos intentan difundir la mentira de que este abominable acto de violencia es culpa de Israel”, dijo el embajador.

Yerno de Trump "no pactó con Rusia"

El asesor de la Casa Blanca Jared Kushner negó ayer haber acordado con los rusos durante la campaña del ahora presidente Donald Trump y aseguró que no tiene "nada que ocultar". Kushner, quien también es el yerno del presidente estadounidense, se reunió a puerta cerrada con miembros de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes durante casi tres horas y posteriormente emitió un comunicado público.

“Permítanme ser muy claro”, dijo. “No me coludí con Rusia y tampoco sé que lo haya hecho alguien más de la campaña”, agregó. Antes de ir con los senadores, Kushner emitió un comunicado de 11 páginas donde detalla cuatro contactos con los rusos durante la campaña de Trump y la transición de poder.

Kushner acudió el lunes con la Comisión de inteligencia del Senado y el martes irá a la correspondiente de la Cámara de Representantes, dentro de las pesquisas en ambas cámaras sobre las interferencias de Moscú en los comicios de 2016 y sus posibles lazos con la campaña de Trump.

El funcionario, que está casado con Ivanka Trump, hija del presidente, dijo que ninguno de sus contactos fue inapropiado. También negó que ninguno de sus negocios en el sector privado estuviera financiado por los rusos.

“No cometí colusión, ni sé de nadie en la campaña que lo hiciera, con ningún gobierno extranjero”, dijo Kushner en el comunicado.

El texto detalla una reunión de junio de 2016 con una abogada rusa-estadounidense, que describe como tal “pérdida de tiempo” que pidió a su asistente que lo llamara para tener un pretexto y poder marcharse.

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