El Consejo de Seguridad de la ONU reclamó ayer por unanimidad un alto al fuego humanitario de 30 días en Siria, mientras los ataques aéreos sobre el enclave rebelde de Guta continuaban, dejando más de 500 muertos en 7 días de asedio.
El Consejo de Seguridad, con el apoyo de Rusia, aprobó una resolución en la que se pide un alto el fuego “cuanto antes”, que permita la entrega de ayuda humanitaria y evacuaciones médicas.
Después de la votación en la ONU, aviones sirios apoyados por la fuerza aérea rusa lanzaron nuevos ataques en Guta Oriental, aseguró el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
En una semana, el asedio sobre la región cercana a Damasco ha dejado ya 519 muertos, 127 de ellos niños, según el OSDH. El observador del conflicto informó que al menos 41 civiles murieron en los ataques de ayer, incluidos 8 niños, en el enclave rebelde. Fue una noche de duros bombardeos que afectaron a barrios residenciales, dijo la organización con sede en Gran Bretaña, que señaló a las fuerzas rusas y sirias como responsables de los ataques.
Moscú, que desde 2015 apoya militarmente al presidente sirio, Bashar Al Asad, ha negado esta semana estar involucrado en el bombardeo de Guta Oriental.
La resolución demanda el cese de las hostilidades sin demora en Siria para permitir entrega de ayuda humanitaria y evacuaciones.
Para ganar la aprobación de Rusia, la redacción inicial que especificaba que la tregua debía empezar 72 horas después de la adopción de la resolución fue eliminada y reemplazada por el término “cuanto antes”. También el término “inmediato” debió salir del texto, en referencia a las entregas de ayuda y evacuaciones.
En otra concesión a Moscú, la resolución dice que el cese al fuego no se aplicará a las operaciones contra el grupo Estado Islámico o Al Qaeda, y tampoco a "individuos, grupos y entidades" asociadas con esos grupos.