El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad una resolución para cortar el financiamiento a grupos yihadistas, resolución que pretende golpear la cartera del grupo Estado Islámico (EI) secando sus fuentes de ingresos.
La resolución, un texto técnico de 28 páginas actualizado conjuntamente por Washington y Moscú, apunta específicamente a los millones de dólares que el grupo obtiene de la venta de petróleo y de antigüedades que se encuentran en los vastos territorios que controla en Siria e Irak.
El texto pide a los países “actuar de manera enérgica y decisiva para cortar los fondos y otros recursos económicos” de que dispone el grupo Estado Islámico.
La resolución invita a todos los países a hacer del financiamiento del terrorismo “un grave crimen en las leyes nacionales” e intensificar el intercambio de información sobre el tema, incluyendo además de las informaciones de los gobiernos las que se puedan obtener del sector privado.
El presidente ruso Vladimir Putin respaldó este proyecto de resolución patrocinado por Estados Unidos que recibió también el impulso de Francia y Gran Bretaña.
Putin dijo que había discutido el proyecto de resolución con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, a comienzos de esta semana.
De acuerdo a la firma de análisis con sede en Londres IHS, el Estado Islámico obtiene unos 80 millones de dólares al mes, pero los bombardeos aéreos rusos y de la coalición encabezada por Estados Unidos sobre instalaciones petroleras han afectado sus finanzas.
Casi la mitad de los ingresos del EI procede de la extorsión y propiedades robadas, 43% de ventas de petróleo y lo restante de contrabando de drogas, ventas de electricidad y donaciones, según IHS.
La medida adoptada este jueves por la ONU se basa en una resolución previa que colocó en la lista negra a Al Qaeda, que será rebautizada como "Lista de sanciones de EI y Al Qaeda" para destacar la mayor atención de la ONU sobre los extremistas del Estado Islámico.
La resolución insta a los gobiernos a dictar leyes que declaren como criminales a quienes financien al EI y a los combatientes extranjeros que se unan a sus filas.
También insta a los países a “avanzar vigorosa y decisivamente para cortar los flujos de fondos y otros activos financieros y recursos económicos” al grupo EI, incluidos el petróleo y antigüedades, y colocar “más activamente” nombres en la lista de sancionados.
Un proyecto de resolución ruso para cortar los flujos de ingresos de los extremistas fue aprobado en febrero, pero los diplomáticos se quejan de que los países han sido lentos para tomar acciones para cortar las fuentes de financiamiento.
El nuevo proyecto pide a todos los países que informen dentro de 120 días los pasos tomados contra las finanzas del EI.
Al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se le encomienda que prepare un extenso informe sobre las amenazas del EI y sus vías de financiamiento.
“Si podemos tomar la billetera y las arcas financieras del EI de una forma más agresiva e intensa, conseguiremos un efecto material sobre su capacidad de proseguir la guerra”, declaró la embajadora estadounidense Samantha Power.
Según la resolución un comité de sanciones de ONU compuesto por los 15 países del Consejo de Seguridad puede congelar bienes, prohibir viajes y prohibir la adquisición de armas a personas y entidades vinculadas a los extremistas del EI.