La Asamblea General de la ONU adoptó el martes una resolución impulsada por Argentina y el G77 y China para redactar un marco legal que regule las reestructuraciones de deuda soberana, en medio de la batalla entre Argentina y fondos especulativos.
La resolución "Hacia el establecimiento de un marco legal multilateral para los procesos de reestructuración de deuda soberana" fue aprobada por 124 votos a favor, 11 en contra (entre ellos Estados Unidos) y 41 abstenciones en una reunión en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
El texto resuelve "elaborar y adoptar a través de un proceso de negociaciones intergubernamentales, con carácter prioritario durante la 69º sesión (de la Asamblea General), un marco legal multilateral para los procesos de reestructuración de deuda soberana con miras a, entre otras cosas, aumentar la eficiencia, la estabilidad y la previsibilidad del sistema financiero internacional".
Para Argentina, impulsora de la iniciativa a través del Grupo de los 77 más China presidido actualmente por Bolivia, se trata de un apoyo internacional en su enfrentamiento contra los fondos especulativos que le ganaron un juicio en Estados Unidos por bonos de deuda impaga desde 2001.
Estos fondos, calificados de "buitres" porque compraron la deuda ya en default, han logrado que el juez federal Thomas Griesa bloquee pagos al 93% de bonistas que aceptaron entrar en las reestructuraciones en 2005 y 2010 de la deuda argentina, llevando al país a un default parcial el pasado 30 de julio.
Además de la esperada oposición de Estados Unidos, también votaron en contra de la resolución el Reino Unido, Japón, Alemania, Canadá, Australia, Israel, República Checa, Irlanda, Hungría y Finlandia.
De su lado, se abstuvieron México (único país de América Latina), así como Francia, Italia y España.
"Hoy le toca a la Argentina, pero muchos países en desarrollo e incluso desarrollados han sufrido la misma conducta depredadora y la seguirán sufriendo si no actuamos ahora", dijo el representante permanente de Bolivia en la ONU, Sacha Llorenty, en nombre del Grupo de los 77 y China, al presentar una resolución que calificó de "trascendental".
"Los fondos buitres representan un riesgo para todos las futuros proceso de reestructuración de las deuda ", agregó el embajador, según el cual la falta de un marco legal global sobre esta cuestión "es un gran fracaso de la arquitectura financiera internacional".
"Gracias a Argentina la comunidad internacional está abriendo los ojos ante un riesgo grandísimo", concluyó.
Un alcance en duda
De su lado, el canciller Héctor Timerman, presente en Nueva York, afirmó que la resolución es "fiel reflejo de la relevancia y urgencia" del tema.
"Nada muestra con más claridad la necesidad de un marco regulatorio que la situación de mi país", indicó en un discurso durante el debate.
"Les tenemos que poner un límite, que vaya más allá de la enunciación retórica", agregó en referencia a los fondos especulativos, a los que definió como "siniestros señores de la opulencia".
La resolución, que en sus cuatro páginas no menciona a Argentina, señala que "el esfuerzo de un Estado por reestructurar su deuda soberana no debe ser frustrado o impedido por acreedores comerciales, incluyendo fondos de inversión especializados como los fondos de riesgo".
El nuevo marco legal para facilitar reestructuraciones ordenadas de deudas soberanas será votado "antes de fines de 2014", según el texto, que llama además a "intensificar los esfuerzos" para mejorar los mecanismos de prevención y resolución de crisis sobre esta cuestión "en cooperación con el sector privado".
Al margen de este anuncio, el gobierno argentino avanza con un proyecto de ley en el Congreso que autoriza a fijar Buenos Aires o París como lugares de pago de la deuda, frente al bloqueo judicial que impide a los acreedores cobrar en Nueva York.