El año pasado enfermaron y murieron de tuberculosis menos personas, pero los países aún no hacen lo suficiente para acabar con esta enfermedad de aquí a 2.030, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque los esfuerzos mundiales han evitado desde el año 2.000 unos 54 millones de muertes por tuberculosis, ésta sigue siendo la enfermedad infecciosa más mortal.
En el informe mundial sobre la tuberculosis 2018, presentado por la OMS en Nueva York, se pide una movilización sin precedentes de los compromisos nacionales e internacionales, y se insta a los líderes políticos a que acudan la próxima semana a la primera reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la tuberculosis para tomar medidas decisivas, aprovechando el impulso reciente dado por los líderes de la Federación de Rusia, India, Rwanda y Sudáfrica. Se espera que a la reunión asistan casi 50 Jefes de Estado y de Gobierno.
"Nunca habíamos visto una atención política de alto nivel y una comprensión como la que hay ahora de lo que hay que hacer para acabar con la tuberculosis y la tuberculosis farmacorresistente", dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. "Tenemos que aprovechar este nuevo impulso y actuar juntos para poner fin a esta terrible enfermedad".
Para alcanzar la meta mundial de acabar con la tuberculosis para el año 2.030, los países deben acelerar urgentemente su respuesta, lo que implica un aumento de la financiación nacional e internacional de la lucha contra la enfermedad. El informe de la OMS proporciona una visión general del estado de la epidemia y los desafíos y oportunidades que tienen ante sí los países para darle respuesta.
Estado de la epidemia de tuberculosis
En general, las muertes por tuberculosis han disminuido en el último año. En 2.017 fueron 1,6 millones (300.000 en personas infectadas por el VIH). Desde 2.000, las muertes por tuberculosis entre las personas infectadas por el VIH se han reducido en un 44%, en comparación con una disminución del 29% entre las no infectadas por este virus.
El número estimado de nuevos casos de infección tuberculosa fue de 10 millones en 2.017. Dicho número está disminuyendo a un ritmo del 2% anual, aunque se han producido reducciones más rápidas en Europa (5% anual) y África (4% anual) entre 2.013 y 2.017.
Algunos países están avanzando más rápido que otros. Así, en África meridional la reducción anual de nuevos casos ha estado entre el 4% y el 8% en países como Eswatini, Lesotho, Namibia, Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe, gracias a una mejor prevención y atención a la tuberculosis y a la infección por VIH. En la Federación de Rusia, el compromiso político de alto nivel y la intensificación de la lucha contra la tuberculosis han llevado a una disminución más rápida de los casos (5% anual) y las muertes (13% anual).
La tuberculosis farmacorresistente sigue siendo una crisis mundial de salud pública: 558 000 fue el número estimado de personas con enfermedad resistente al menos a la rifampicina, el medicamento antituberculoso de primera línea más eficaz, en 2017. La gran mayoría de ellas tenían tuberculosis multirresistente, es decir, resistente a la rifampicina y la isoniazida (otro de los principales fármacos antituberculosos de primera línea).
Según las estimaciones de la OMS, una cuarta parte de la población mundial tiene infección tuberculosa.
Fuente: Consenso Salud