El aumento del sobrepeso y la obesidad ha sido los últimos años mucho más veloz en niños que entre los adultos. Sin embargo, es el segmento de adultos jóvenes el que muestra una preocupante proporción de afectados.
Son algunas de las conclusiones que se desprenden de un estudio publicado en la revista médica estadounidense New England Journal of Medicine y presentado en una conferencia en Estocolmo el lunes.
“Efectos sobre la salud del sobrepeso y la obesidad en 195 países” analizó a más de 68 millones de personas y contempló el período entre 1980 y 2015. Estuvo a cargo de investigadores del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington.
El pandemia de sobrepeso y obesidad es un tema que preocupa y sobre lo cual el estudio permite apreciar que si bien las curvas estadísticas de afectados venían en aumento desde 1980, es a partir de 2000 que se observa un particular incremento. La muestra incluyó 195 países concluyó que en 73 de ellos, se duplicó la proporción de personas afectadas en esos 35 años.
“La prevalencia general de la obesidad fue del 5% entre los niños y 12% entre los adultos”, detalla el artículo. Por otra parte aclara que la obesidad ha sido generalmente más alta entre las mujeres y agrega que “el pico en la prevalencia de obesidad se observó entre las edades de 60 y 64 años entre las mujeres y entre los 50 y los 54 años entre los hombres”. Asimismo expresa que las tasas de aumento fueron más altas en la edad adulta temprana.
Cecilia LLaver, decana de la facultad de Nutrición de la universidad Juan A. Maza dijo que el 10% de los niños menores de 3 años ya tiene obesidad y malos hábitos alimentarios. Como consecuencia, en Mendoza 36% de los escolares y adolescentes tiene sobrepeso u obesidad.
“Lo que se ve es que cada vez hay más niños con obesidad desde más chiquitos (...) con trastornos alimentarios, uno de los cuales es la obesidad con malnutrición”, explicó y agregó que esto obedece a una alimentación con alto aporte de grasas, hidratos de carbono y sodio. Por otra parte observó que este panorama “está por lo general asociado a grupos de menores ingresos”.
El cirujano Alejandro Birman, a cargo del programa de Obesidad Mórbida aceptó que se observa mayor impacto en adultos jóvenes. Pero asimismo consideró que “va creciendo en todos los segmentos y esto está vinculado al sedentarismo, mala alimentación y factores de riesgo”. Por ello dijo que hay que trabajar en educación y el acceso a una evaluación interdisciplinaria.
En tanto, el cardiólogo Alejandro Saracco del programa de Prevención de Enfermedades Cardiovasculares dijo que es común encontrar en adultos jóvenes con hígado graso y afectados por estos desórdenes. “Esto tiene que ver con el cambio de conductas en la alimentación debido a la industrialización”, también influye la menor actividad física en función del estudio, el trabajo y la inseguridad”.
La investigación concluyó que en 2015 se estima afectaba a más de 2.000 millones de personas en todo el mundo, un 30% de la población.
“El exceso de peso es uno de los problemas de salud más complicados del momento y afecta a casi una de cada tres personas”, dijo el autor principal del estudio, Ashkan Afshin, del IHME. Al finalizar el abordaje había alrededor de 108 millones de niños y 604 millones de adultos obesos. Estados Unidos es el país con más obesidad y sobrepeso en niños, mientras que en adultos el más afectado es Egipto.
En Argentina la obesidad afecta a 2 de cada 10 adultos y a 6% de los chicos y chicas de 13 a 15 años, según datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2013 y la Encuesta Mundial de Salud Escolar en 2012, respectivamente.
Se estima que a nivel mundial 4 millones de muertes estuvieron vinculadas al sobrepeso en 2015, de las cuales el 40% correspondería a personas no consideradas obesas. Tal dato expresa que no es necesario tener un peso corporal demasiado elevado para sufrir las consecuencias.
Más de dos tercios de estas muertes tenían un IMC elevado, factor responsable de enfermedades cardiovasculares cuyo aumento es igualmente notable desde 1990. La diabetes se posicionó en segundo lugar con 15% de los casos, seguida por las enfermedades renales crónicas y el cáncer con menos del 10 % de los casos respectivamente.
Sobre este punto, Saracco señaló que para contemplar el riesgo lo que se tiene en cuenta es la circunferencia abdominal. Esta no debe ser superior a 90 cm en el varón y 88 cm en la mujer. De suceder se está ante la posible presencia de de trastorno metabólico y se asocia a otras manifestaciones como HDL bajo, triglicéridos elevados y/o glucemia elevada sin llegar a ser diabetes.
Hay que tener en cuenta que el síndrome metabólico favorece la formación de ateroma ( capa de grasa en el interior de las arterias) con el consecuente impacto cardiovascular.
¿Cómo prevenir el aumento de peso?
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa en el organismo que puede ser perjudicial para la salud, según detalla el Ministerio de salud de la Nación.
El índice de masa corporal (IMC) es un indicador que se utiliza para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). A partir de esto un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso y un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.
Para evitarlo, en el plano individual, se debe intentar adoptar hábitos saludables todos los días como:
• limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total;
• aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos;
• limitar la ingesta de azúcares;
• realizar una actividad física periódica.